¿Cuál es la diferencia entre marketing de contenidos e inbound marketing?

En una época donde las distracciones parecen estar a la orden del día y las formas tradicionales de hacer publicidad han ido perdiendo efectividad y ya no son suficientes, a las marcas no les ha quedado otro camino que buscar alternativas distintas para llegar a las personas y llamar su atención aún en medio del bullicio.

Es así como en los últimos años el inbound marketing y el marketing de contenidos han aparecido en escena como formas de resolver este problema, y de captar la atención y el interés de las personas sin necesidad de estar interrumpiéndolas ni mucho menos de bombardearlas con mensajes comerciales todo el tiempo.

No obstante si bien podemos decir que ambas técnicas tienen ciertos aspectos en común, y que tanto una como otra comparten una misma filosofía y se basan en la misma idea (al menos en lo que se refiere a las formas que usan para llamar la atención de las personas), no podemos caer en el error de confundirlas ni tampoco pensar que en el fondo son lo mismo como a veces se suele creer.

Sin embargo, teniendo en cuenta que cosas como las anteriores a menudo suelen ocurrir, y que con frecuencia ambos términos son utilizados de forma indistinta, para tener una mejor comprensión sobre lo que cada uno significa, y conocer con mayor exactitud sus diferencias (así como también aquello que tienen en común), a continuación precisamos sobre algunos aspectos que pueden ser útiles para entender mejor ambos conceptos.

El marketing de contenidos y sus diferencias con el inbound marketing

Si bien como decíamos al inicio del post tanto el inbound marketing como el marketing de contenidos han logrado tener un gran auge en los últimos años, esto de ninguna manera quiere decir que ambos enfoques sean nuevos.

Al menos en lo que se refiere al marketing de contenidos, existen evidencias que demuestran el uso de esta interesante técnica desde finales del siglo XIX.

Marcas famosas como John Deere o Michelin, sólo por mencionar algunas, fueron pioneras en aquello que según el Content Marketing Institute puede definirse como “un enfoque estratégico de mercadeo centrado en crear y distribuir contenido valioso, relevante, y de forma consistente, para atraer y retener una audiencia claramente definida, y finalmente generar acciones rentables por parte de los clientes”.

Por ejemplo en el caso de John Deere, la marca creó en 1895 su revista para clientes llamada The Furrow, la cual actualmente todavía se encuentra en circulación y sigue siendo un útil medio usado por la marca para promoverse y conseguir ventas.

Asimismo la guía Michelin es una famosa cartilla que la marca de llantas lleva imprimiendo desde el año 1.900, y que fue creada con el propósito de brindar toda la información que necesitaban conocer las personas que se desplazaban en sus vehículos por las vías de Europa y el mundo, logrando por medio de ella dirigirse a una audiencia potencialmente interesada en sus productos, al tiempo que generar una asociación favorable a partir del contenido útil que se incluía y se sigue incluyendo actualmente en las populares guías.

Ahora bien, cuando hablamos de inbound marketing nos referimos a una técnica mucho más reciente comparada con el marketing de contenidos en tanto que su aparición ha estado vinculada con la irrupción de internet y el auge de las herramientas digitales.

Básicamente se trata de toda una metodología que busca atraer y convertir leads en clientes apoyándose en diferentes acciones y tácticas dentro de las cuales el marketing de contenidos es sólo una pieza (clave por supuesto), de las muchas que necesita para poderse implementar y poner en práctica.

Lo anterior quiere decir que no sólo requiere crear contenido útil en forma de ebooks, artículos de blog o webinars que atraigan a la gente y le brinden información útil (además de distribuirlo por ejemplo a través de las redes sociales), sino que también necesita apoyarse en técnicas SEO que permitan optimizar el contenido para que la gente lo pueda encontrar y generar tráfico hacia un sitio, utilizar pago por clic (PPC), crear landing pages para convertir visitantes en leads y permitirles que accedan a información de interés en distintos formatos haciendo que puedan entrar a formar parte de nuestras bases de datos, así como usar el email marketing y las herramientas de automatización para movilizar los registros generados hacia la compra y lograr así que se conviertan en clientes.

Todo esto, de la mano con el uso de estadísticas y métricas que permitan optimizar el flujo de los leads a lo largo del embudo de conversión, son algunos aspectos que entran a jugar dentro de una estrategia inbound, además del contenido (el cual por supuesto desempeña un papel clave dentro de ella).

El inbound marketing da un mayor sentido al marketing de contenidos

Si bien casos como el de John Deere o Michelin dan muestra de la efectividad y el gran resultado que el marketing de contenidos puede aportar a las marcas aplicándolo por largos años y aún hasta la actualidad, enmarcado dentro de una estrategia inbound el marketing de contenidos puede ser mucho más efectivo, lo que a su vez puede ayudar a las empresas a tener un mayor conocimiento sobre cómo éste repercute en sus resultados, así como darles una idea mucho más aproximada del ROI asociado a la creación y distribución del contenido.