Formas en que una empresa puede innovar sin invertir muchos recursos

Formas en que una empresa puede innovar

Aunque normalmente en muchas empresas se suele creer que para innovar hay que disponer de una cantidad de recursos importante, la realidad es que no necesariamente se debe contar con un departamento de I+D o implementar una tecnología que mejore ostensiblemente los procesos y la productividad de estas. 

Si bien las anteriores son formas de innovar que se pueden dar perfectamente y sin ningún problema en cualquier gran organización, en muchos otros casos la mayoría de compañías no suele contar con un gran presupuesto para realizar inversiones considerables que les permitan lograr avances significativos en distintas áreas estando esto por tanto bastante lejos de sus posibilidades. 

¿Cómo puede entonces una empresa lograr innovar o al menos buscar formas de conseguirlo cuando los recursos con que cuenta son escasos? 

Una de las principales cosas sobre las que deben ser conscientes las empresas es que para innovar el primer paso está en reconocer que no necesariamente necesitan contar con un presupuesto holgado. 

En ocasiones el sólo hecho de aprovechar el muchas veces infravalorado capital humano con que cuentan y dar un mejor uso a los recursos disponibles, puede dar lugar a mejoras en los procesos y en los productos que muchas veces ni siquiera alcanzaríamos a imaginar.

Partiendo de este punto será posible entonces lograr un primer avance con el cual, lograr mejoras graduales o incluso significativas tanto en los productos como en los procesos, sólo será cuestión de tiempo. 

Formas de innovar con pocos recursos 

Teniendo en cuenta lo que hemos planteado hasta ahora, las siguientes son algunas formas en que podrá innovar y lograr mejoras importantes en su empresa sin tener de hecho que invertir demasiado en ello. 

Involucre a sus empleados en los procesos de mejora continua

Hace unos días hablábamos del método Kaizen. Un enfoque que si bien permite a cualquier organización lograr mejoras significativas y hacer cambios radicales en sus procesos que les permiten alcanzar altos estándares de calidad y eficiencia, parte de la base de aprovechar el capital humano y los recursos existentes con que cuentan las empresas para conseguirlo. 

Apalancándose en la idea de que siempre hay una mejor forma de hacer las cosas, se basa en el principio de llevar a perfeccionar cualquier tarea o procedimiento a partir de realizar en ellos pequeñas mejoras que hechas de forma sucesiva y gradual, pueden generar con el tiempo un gran impacto en el negocio ayudando a incrementar de forma notoria sus niveles de competitividad.

Teniendo en cuenta que con el conocimiento y la experiencia que tienen los empleados en sus respectivas áreas estos están en condiciones de realizar los valiosos aportes de los que se nutre el kaizen para el mejoramiento continuo de las actividades y procedimientos que desempeñan, en realidad no se necesita contar con un gran presupuesto para implementarlo. No obstante sí se requiere que haya una cultura donde las personas sientan que sus aportes y sugerencias son valiosas, y en la que se creen espacios donde todos los empleados en las distintas áreas puedan aportar sus ideas para hacer efectivo este método en todos los niveles de la organización. 

En este enlace puede profundizar más sobre este método y su utilidad para las empresas. 

Cuestione todo

El hecho de que un producto esté basado en una fórmula milenaria no quiere decir que la misma no pueda mejorarse. Asimismo tampoco podemos dar algo por sentado sólo porque quien nos lo dice es un experto en su campo y cuenta con muchos años de experiencia. 

Ciertamente casos como los anteriores son un poco extremos, pero sirven para ilustrar las limitaciones y los paradigmas que nos creamos por el hecho de no cuestionar las cosas. 

Así como anteriormente decíamos que todo es susceptible de mejorarse, también todo, absoluta y literalmente todo, es susceptible de cuestionarse (y principalmente aquellas cosas que por años lleva haciendo de la misma manera).

Cree equipos en los que haya personas con experiencia en otras áreas o industrias

Si bien tradicionalmente para ocupar una vacante las empresas en la mayoría de los casos suelen buscar personas que cuenten con experiencia en el área donde deberán desempeñarse, el no considerar al menos de vez en cuando otros criterios distintos para la contratación de personal, no favorece mucho la innovación en la medida que con esto muchas organizaciones y departamentos lo único que logran es cerrarse a otros enfoques que podrían permitirle a los equipos ver y analizar problemas desde otras perspectivas. 

De este modo a menos que intenten probar algo distinto, es posible que a la larga esto genere resistencia a las nuevas ideas y con ello inevitablemente se caiga en un estancamiento. 

En este sentido cosas como contratar personas que se hayan desempeñado en áreas o industrias distintas a aquella en la que se requieren que trabajen pueden dar buenos resultados.

No obstante también permitir que los empleados de vez en cuando ejerzan otros roles dentro de la organización y experimenten oficios distintos a aquellos que desempeñan habitualmente también puede ser un ejercicio interesante.

Aprenda de industrias distintas a la suya 

Además de tener como referente a sus competidores y aprender de aquello que están haciendo bien, son muchas las cosas interesantes que puede aprender de otras empresas que se encuentran en industrias diferentes a la suya y que podría incluso adaptar a su propio negocio. 

De modo que tener siempre la mente abierta para ver lo que otras compañías están haciendo más allá de los límites del sector en el que se encuentra y evitar encasillarse en su industria, eventualmente le dará valiosas ideas que podrá usar como materia prima para innovar en su organización. 

En conclusión

Si bien convertirse en una empresa innovadora al nivel de gigantes como Google o Apple posiblemente esté fuera del alcance de muchas empresas, conseguir que destaquen y sean reconocidas por ello al menos dentro de su propia industria está más cerca de hecho de lo que nos alcanzamos a imaginar. Para lograr esto los negocios sólo necesitan una cosa: dejar de creer que necesitan contar con un presupuesto importante para hacerlo.