Livin’ on a Prayer: Responsabilidad social, un estilo “Rock” para marcar la diferencia

Si alguna vez va de viaje a Nueva Jersey, Estados Unidos, no pierda la oportunidad de ir a Soul Kitchen, un restaurante fundado por el cantante de rock Jon Bon Jovi, donde los más necesitados pueden pagar su comida lavando los platos.

Pero… ¿Qué hace una estrella del rock, del entretenimiento, dando comida a cambio de trabajo dentro de un restaurante? La respuesta es sencilla: Ayudar.

Sin embargo, como el mismo Bon Jovi reconoce, este restaurante es como cualquier otro, un negocio que funciona con un presupuesto, con gastos y que sugiere un precio mínimo de 10 dólares por persona para cada comida.  Un negocio, que ya cuenta con dos sedes y que ha servido más de 50.000 platos de comida, de los cuales casi el 45% ha sido pago con donaciones, como parte de un plan de trabajo adjunto a la fundación JBJ Soul.

Surge de nuevo otra pregunta, ¿Además de ayudar, por qué habría de interesarle a una súper estrella del rock darle de comer a otros? La respuesta, tal vez esté en la historia personal del artista, en sus orígenes como músico, o la capacidad que tienen ciertos seres humanos, así como algunas empresas para revisar hacia atrás y ver cada recodo del camino que atravesó el bosque de su vida.

John Francis Bongiovi Jr., es hijo de dos trabajadores, de una pareja compuesta por una ex-conejita de Playboy, que terminó siendo florista y de John Francis Bongiovi, Sr., de profesión peluquero y que conocieron de primera mano una de las tantas crisis a las que se ha visto enfrentado Estados Unidos (1973-1976). Situación que llevó al cantante y compositor a limpiar pisos en la discográfica de su primo Tony, pues en su natal Perth Amboy, no había mucho qué hacer, (1978) donde tiempo después conocería a los integrantes de Aerosmith. Lo demás hace parte de la leyenda y el mito de Bon Jovi, que muchos conocen.

Mientras trabajaba allí y se consolidaba como artista conocía de primera mano historias de personas que debían hacer lo necesario para poder llevar dinero a sus hogares, que no lo lograban, que debían abandonar sus hogares o peor aún, a sus familias. Y allí, en medio del desencuentro, en algunas ocasiones el desespero y la humillación, se gestaban las composiciones del músico.

El coro de una de las canciones más exitosa Bon Jovi, “Livin’ on a Prayer”, (Más de 3.5 millones de descargas) dice:

“We’re half way there, Livin’ on a prayer

Take my hand and we’ll make it – I swear, Livin’ on a prayer”

“Estamos a mitad de camino

Viviendo en una oración

Toma mi mano y lo haremos, lo juro

Viviendo en una oración”.

Esta composición narra la historia de una pareja con dificultades económicas y que se apoyan mutuamente para salir adelante, sustentados en la fe y el amor. En esas descripciones sencillas que fueron acompañadas luego de ritmos poderosos, está el gérmen de lo que para el año 2006 sería su fundación The Jon Bon Jovi Soul Foundation, dedicada a combatir los problemas relacionados con las familias e individuos sin hogar o en desamparo económico.

De forma sucinta podemos concluir que este trabajo social es el resultado de un proceso de decantación que tardó décadas para llegar donde todo comenzó, Nueva Jersey.

El camino de este artista (que bien podemos llamar empresa), terminó volcando réditos en un lugar natural para él mismo, pues la razón de ser de sus vivencias y composiciones, en su gran mayoría ha sido en el contexto social.

Responsabilidad Social: El éxito y la capacidad de ayudar a los demás

No todas las personas exitosas tienen la tendencia o capacidad de darle la mano a los demás, sea porque no es una cualidad particular de su ser o porque la razón de ser de sus empresas y carreras no determinaron este derrotero.

El éxito es el resultado de hacer las cosas bien, de seguir pasos adecuadamente, de arriesgarse cuando así toca, también de atreverse a innovar, a llevar la contraria, o de toda la sumatoria de circunstancias que permiten este resultado, dicen los expertos, los que han vivido el proceso y pueden afirmarlo con hechos.

Muchas empresas, así como muchos artistas han decidido recientemente tomar el camino de la responsabilidad social o del trabajo comunitario porque les representan beneficios, tanto tributarios como a nivel reputacional, y son cada vez más los que se suman a esta tendencia, pues las evidencias permiten inferir que el compromiso hacia los demás, siempre trae beneficios en el tan anhelado camino al éxito.

Usamos el caso Bon Jovi porque los beneficiados hacen parte de una población altamente vulnerable y que debido a cada una de sus circunstancias particulares requieren atención inmediata, pero que cuentan con un particular diferenciador a otros grupos poblacionales de alto riesgo: desean trabajar y prestar un servicio para obtener a cambio un beneficio.

Ahora bien, los mayores retos que deben afrontar las empresas a nivel de responsabilidad social no sólo se congregan en el campo de la asistencia alimentaria, como es el caso del compositor que convocamos para abordar este tema; van desde tecnologías de la información, uso responsable de materiales en todas las industrias, bienes de consumo básico, farmacéutica, bienes raíces o casi cualquier campo que deseemos.

Por ejemplo, el listado publicado por la Revista Forbes y realizado por Reputation Institute para el mes de septiembre de este año da cuenta de 15 empresas globales encabezando el ránking, entre las que se destaca Lego por su forma ética en el manejo de los negocios y la protección al medio ambiente (uno de los principales indicadores a tener en cuenta en el momento de realizar los posicionamientos). Se destacan de igual manera, Microsoft, Google, Walt Disney, Grupo BMW e Intel entre otras.

De otro lado, el mal manejo de situaciones como la ocurrida con Volkswagen (Emisiones diésel) o los problemas con ciertos modelos de Samsung, también castigan (los clientes perdieron confianza en el producto), y son evaluados en el momento de revisar los ítems de la responsabilidad social.

Qué se tiene en cuenta en el momento de evaluar la responsabilidad social

En este momento, los indicadores de forma general a nivel mundial dan a conocer tres aspectos básicos:

Medidas Sociales: Tendientes a mejorar la situación de las comunidades que afecta la empresa.

Medidas Económicas: En estas se incluye la ética, compensación salarial, pago de impuestos, normatividad y desempeño financiero.

Medidas Ambientales: En este indicador se tienen en cuenta el manejo del agua, desechos, materiales, así como el uso de energías renovables.

Bon Jovi un modelo a seguir sin ser estrellas de rock

Marcar la diferencia, proponer cambios y lograrlos, no sólo está al alcance de un afamado músico, se nos presentan a diario y con ellos la posibilidad de generar indicadores de diferencia en nuestro negocio.

Dice con acierto Richard Branson, fundador de Grupo Virgin: “Con la riqueza extrema vine una responsabilidad extrema. Y la responsabilidad para mi es invertir en crear nuevas empresas, crear trabajos, emplear a personas y separar dinero para afrontar problemas en los que podamos hacer la diferencia”.

El coro de These days (Estos días) del mismo Bon Jovi dice:

Estos días, las estrellas parecer lejos de alcanzarse (Es nuestra responsabilidad hacerlas de nuevo asequibles)

Estos días, no hay una escalera en estas calles (Debemos construirlas todos los días)

Estos días, son agitados, el amor no dura en esta era infeliz (Es nuestra tarea hacer lo necesario para mejorar todos la vida de otros día a día).

La responsabilidad social como valor agregado a su negocio, además de ser un diferenciador de alto impacto, le permitirá afectar de forma positiva a comunidades o sectores que no siempre tienen porque estar relacionados de forma directa con su línea de trabajo. En el proceso podrá tocar la vida de otros ¿Qué estoy haciendo para mejorar mi entorno? ¿Cuántas soluciones prácticas ofrezco a la sociedad además de mi contribución en negocios? Podrían ser preguntas para hacernos en el momento de pensar en responsabilidad social.