Le voy a contar una experiencia muy personal. Mi mayor ilusión de niño era recibir juguetes en navidad; pero siempre aparecía la tía Nubia* con el temido regalo: medias y pantaloncillos. (*El nombre ha sido cambiado para preservar la unidad familiar).

.

Cumplo años el 25 de Diciembre; con lo cual la entrega de regalos el 24 a medianoche empata justo con mi cumpleaños. Ocasión perfecta para el regalo dos en uno de mi tía.  Se me acercaba lentamente con los brazos atrás, como ocultando una sorpresa.

.

“¡Feliz navidad sobrino!” me decía, mientras con su mano izquierda sacaba las medias; a lo que continuaba, “¡Y feliz cumpleaños!”, sacando con su mano derecha el otro paquete, los predecibles pantaloncillos.

¡Qué felicidad!, ¡Medias otra vez!

Con la sonrisa un tanto forzada, abrazaba a mi tía por la sorpresa de cada año.
Pero no me malinterprete. De verdad son un regalo útil. Solo que como todo niño, tenía otras expectativas.
Además, mi mamá siempre agradecía que me regalaran medias y pantaloncillos. “¡Nos caen de perlas!”, agregaba para componer mi no tan espontánea reacción.

El trauma se extiende a la adultez

Así es la vida. Como si fuera poco, la experiencia con la tía Nubia luego se traslada al mundo empresarial. Solo que ahora en lugar de medias son… el inmortal sacacorchos, ¡qué alegría!
.
O sus variaciones: botella de vino (bueno, esta nunca estará de más), tarjetero, o cualquier otro elemento que raya con publicidad en vez de un mensaje de agradecimiento genuino.

Incluso nos pasa como empleados. Navidad es la época en la que agradecemos a nuestro equipo por su gran esfuerzo todo el año, y como algo muy especial, les obsequiamos… ¡La USB con el logo de la empresa! ¡Yupi! Bueno, siendo justos, también está la taza para el café, la toalla playera o el termo para hacer ejercicio. No siempre es lo mismo.
.
Y nuevamente, no me malinterprete. Desde el sacacorchos hasta la tarjeta navideña, todo es bienvenido y es un lindo gesto. Ni más faltaba que fuéramos tan desagradecidos. El punto es que si vamos a invertir un dinero y mandar un mensaje, ¿no deberíamos buscar el mayor impacto posible?

El antídoto contra el trauma navideño

En serio, no tenemos que trasladar nuestros traumas de infancia a nuestros clientes, empleados o proveedores. Ellos no tienen la culpa.

 

El antídoto está en regalar algo no solamente útil, sino significativo y personalizado. No queremos que todo el esfuerzo se convierta en “un sacacorchos más” que la cliente regalará a su cuñado.

 

¿El antídoto? Regale un libro.

Y nuestros libros tienen algo especial...

Cada uno de nuestros libros, además de brindar ideas útiles y ridículamente prácticas, tienen algo que no encontrará en ninguna librería: son libros personalizados.

 

Así es. A diferencia del sacacorchos (o del tarjetero, o de la USB), cada libro viene con una dedicatoria especial para quien lo recibe. No es una simple firma del autor, es un mensaje especial para cada persona.

 

Y como si fuera poco, la persona no solo recibe un libro autografiado, sino también un saludo en video del autor.

libros

¡Taraaaan! Presentamos:
Paquetes de libros por volumen

En nuestra lucha por erradicar el trauma navideño, hemos diseñado paquetes empresariales de libros para todos los gustos. Cinco alternativas: 25, 50, 100, 300 o 500 libros que puede obsequiar.

Y para que la lucha contra el trauma navideño sea fructífera, hemos invocado el poder de los dioses del Olimpo para nuestros cinco paquetes: Mercurio, Vulcano, Minerva, Marte y Neptuno (es que hay flagelos que necesitan esfuerzos sobrenaturales).

Estos libros se perciben diferente

Lo interesante de nuestros libros es que no son un obsequio per se, son una herramienta, un mensaje de optimismo, práctico y aplicable. Es algo que tiene un gran valor percibido y que supera ampliamente su valor monetario.

Es como si le diera a su hijo una camiseta del Barça autografiada por Messi. El valor de la camiseta es lo de menos, ¡es la firma de Messi lo que vale!

Bueno, lo tengo claro, los libros no van con la firma de Messi, pero ¡van con la firma del autor! (algo es algo). Un libro comprado en cualquier parte, es significativo. Pero un libro dedicado por su autor, no tiene precio.

Además, tiene otra ventaja: no se lo van a regalar al cuñado, porque va dedicado a su nombre. Quedaría muy mal endosarle a Carlos el libro que dice “Patricia, sigue haciendo la diferencia en este mundo”. No cuadra. Eso puede pasar con el sacacorchos, difícilmente con el libro.

Pero se podría estar preguntando...

“Es que tengo demasiados clientes y no puedo darle libro a todos”. Seleccione algunos a los cuales quisiera enviar un mensaje especial y que sean ellos los elegidos.

O podría pensar, “No tengo el presupuesto”. Este regalo único es más accesible de lo que cree. Por ejemplo, si pensara inspirar a 25 clientes con el libro Yellow, el paquete Mercurio de 25 libros cuesta solo $877.500 pesos colombianos. (Vea aquí todos los paquetes).

También podría decir, “Es que mis clientes no leen”. Yo pensaba lo mismo. Sin embargo, me han sorprendido la cantidad de personas que se esmeran por sacar su negocio adelante.

Incluso podría pensar que los libros no son un regalo divertido, que es mejor algo que no requiera esfuerzo (como tomarse un buen vino). Y la verdad, eso puede aplicar para otros libros, pero ciertamente no para los nuestros.

Cuando escribo un libro siempre presumo que quien lo lee tiene mi misma patología: déficit de atención. Por eso cada uno está escrito y diagramado para que el lector más disperso saque algo productivo.

Regale nuestros libros

Se acerca el fin del año. Aun está a tiempo para hacer algo bien pensado y no terminar a ultima hora comprando cualquier cosa para mandar un mensaje a sus clientes, colaboradores o proveedores (digamos, sacacorchos. No mentiras, ya dejemos el sacacorchos en paz).

Contacte de inmediato a Jazmine Acosta a su WhatsApp +57 (315) 369-7239 o al mail [email protected] para que resuelva cualquier inquietud y ultime detalles de nuestros paquetes de libros por volumen (además es súper amable).
Nunca es tarde para sorprender y enmendar eventos pasados.