Para aquellos que tuvimos el privilegio de nacer al mismo tiempo que lo hacían las primeras videoconsolas y de vivir parte de nuestra niñez y juventud pasando largos ratos sentados frente al televisor disfrutando horas y horas de entretenimiento, seguramente Nintendo, al igual que otras marcas que ayudaron a crear y darle vida a una industria multimillonaria como lo es hoy en día la de los videojuegos con sellos como Sega o Atari, nos evoque hoy en día grandes nostalgias pero también maravillosos recuerdos.
Aún cuando estas legendarias marcas se mantienen todavía vigentes, la magia de aquellos años en una industria que ha crecido a pasos agigantados desde sus inicios a principios de los 70 y todo el vínculo y el significado que estos aparatos representaron para los jóvenes y niños de aquellas generaciones hoy ya convertidos en adultos, tal vez sea el activo más valioso con que cuentan estas empresas actualmente en un mercado donde poco a poco han ido perdiendo protagonismo y empezando a ceder terreno frente a nuevos y poderosos competidores que las han obligado a replantear sus modelos de negocio.
Aunque esto es menos evidente en el caso de Nintendo que en el de Atari o Sega (las cuales desde hace mucho dejaron de fabricar videoconsolas para concentrarse exclusivamente en el desarrollo de videojuegos para distintas plataformas), el hecho de que Pokemon Go, la popular aplicación por la que apostó Nintendo junto con otras empresas se haya convertido en una de las más aclamadas de todos los tiempos ayudando a revalorizar sus acciones hasta en un 93% y cuando desde 2006 no había logrado tener éxito con las videoconsolas, muestra que en efecto la compañía ya ha empezado a explorar nuevos caminos. Incluso con el reciente anuncio que ha hecho de lanzar una versión miniatura de la famosa NES para noviembre del 2016, no sería raro que Nintendo, tal como mencionamos unas líneas atrás, se proponga apelar a ese profundo vínculo afectivo que logró crear con las personas durante sus primeros años. Todo lo anterior en busca de la grandeza que siempre la ha caracterizado y de un futuro más prometedor después de unos años donde no le ha sido fácil encontrar un rumbo claro. Sin embargo lejos de ser algo extraño para la compañía enfrentarse a situaciones con un alto grado de incertidumbre, éstas desde siempre han estado presentes a lo largo de su existencia obligándole con frecuencia a saber reinventarse; algo que representa quizás una de sus principales virtudes.
Inicios como fabricante de Naipes
Si bien tradicionalmente Nintendo ha sido conocida como una empresa vinculada a la industria de los videojuegos, esto no fue siempre así. De hecho durante la mayor parte de su existencia desde su fundación en 1889 la empresa estuvo dedicada a la fabricación de cartas y naipes.
Seguramente al fundar su pequeño negocio Fusajiro Yamauchi nunca hubiera imaginado que lo que empezó como una fábrica artesanal de barajas Hanafuda (una especie de naipes tradicionales en Japón), terminara en pleno siglo XXI dedicada a una actividad completamente distinta y en un sector altamente tecnológico muy lejano del rudimentario mundo de las cartas.
Sin embargo a pesar de lo diferentes, hay algo que tienen en común ambas actividades que hace que después de todo, luego de 127 años, no sea tan descabellado que Nintendo haya terminado en una industria como aquella en la que se encuentra hoy en día. Y ese elemento es el juego.
Las cartas lograron ser durante largo tiempo un negocio rentable para Nintendo en buena parte gracias la gestión de su fundador.
Además de enfocarse en las personas del común para vender sus cartas, Fusajiro puso sus ojos en casinos y salas de juego en la medida que a diferencia de la gente del corriente que compraba sus barajas, el nivel de actividad que había en estos establecimientos hacía que las mismas tuvieran un gran desgaste en un tiempo relativamente corto como resultado del cual se debían reponer con frecuencia. A modo de leyenda se dice que el nombre de los Yakuza, la conocida mafia japonesa, debe su nombre a la peor mano que se podía obtener en el popular juego de cartas de Nintendo.
En la medida que la demanda de los tradicionales juegos crecía asimismo lo hacía el negocio de Fusajiro quien pronto debió empezar a contratar mano de obra cada vez más numerosa. Gracias a que sus costos de producción eran más bajos que en otros continentes, pronto empezó a vender sus juegos de cartas en países occidentales y a ampliar las fronteras de Nintendo más allá de Japón. De esta forma en lo corrido de los primeros años del siglo XIX, la marca ya lograba hacer presencia en otros mercados y conseguía consolidarse tanto en el ámbito local como por fuera de él.
Hiroshi Yamauchi, el hombre encargado de cambiar el rumbo de la empresa
Nintendo, la compañía cuyo nombre traducido al español quiere decir “Que el cielo decida”, había logrado bajo el mando de su fundador crear una compañía exitosa que así logró mantenerse hasta el comienzo de la segunda guerra mundial. Al haber otras prioridades por aquella época, compañías como la de Fusajiro se vieron afectadas incluso en tiempo de posguerra. Por esa razón durante el post conflicto la compañía no tuvo más remedio que buscar crecer más allá de sus fronteras en países que no hubieran sufrido un impacto tan devastador como el que de hecho los japoneses habían tenido que padecer en carne propia. Sin embargo en este sentido los esfuerzos realizados fueron infructuosos y el panorama para la compañía no se mostraba muy alentador. De hecho es muy probable que de no haber sido por un hombre que resultó ser tan clave para la compañía como lo había sido el mismo Fusajiro Yamauchi, la empresa hubiera sucumbido a causa de las dificultades a las que comenzó a enfrentarse a partir de entonces.
Como un hombre de la dinastía Yamauchi, acaso el primero que se haría cargo de la empresa luego de dos generaciones que no habían dejado descendientes varones (incluyendo la del propio fundador), Hiroshi Yamauchi resultó ser un hombre clave para el futuro de la empresa al hacerse cargo de ella. Esto no sólo porque su matrimonio con una joven de familia adinerada significó para la compañía una inyección de capital sino porque en adelante se encargaría de tomar decisiones que empezarían a marcar el destino de la compañía sentando la base de lo que sería uno de los iconos más importantes del entretenimiento en el siglo XX y lo que va del actual.
Dado que a finales de los 50 la figura de Walt Disney irrumpía con fuerza, una de las decisiones más acertadas de Hiroshi sería la de llegar a un acuerdo con la empresa norteamericana para fabricar bajo licencia cartas dirigidas al público infantil en las que aparecían personajes como Mickey Mouse que por entonces estaban causando furor.
Gracias a esta decisión la compañía logró extraordinarios registros en ventas y beneficios año tras año que se prolongaron casi hasta medidados de los 60 y motivaron su salida a la bolsa. Sin embargo depender de un solo producto les traería consecuencias una vez las cartas llegaron a su punto más alto en ventas y empezaron a caer.
Orígenes de Nintendo como empresa de juguetes
Como resultado de la extrema dependencia que Nintendo había creado hacia los juegos de cartas, no le fue fácil encontrar otras líneas de negocio que le permitieran paliar las pérdidas que estaba teniendo como resultado de la desaceleración en ventas de su producto estrella. Esto le significó pasar por toda clase de intentos fallidos antes de darse cuenta que debía ampliar su portafolio de productos dentro del mismo mercado al que tradicionalmente había servido en lugar de probar suerte en industrias que nada tenían que ver con las cartas. Desde intentar vender arroz instantáneo hasta crear una polémica cadena de hoteles para que las parejas japonesas pudieran tener mayor intimidad en sus relaciones o incluso constituir una empresa de taxis, en vano fueron la mayoría de esfuerzos realizados por la compañía buscando diversificarse. Sin embargo esto le sirvió para entender que era en los mismos juegos de mesa y en otros productos afines que debía enfocar su estrategia para salir airosa del difícil momento por el que estaba pasando.
De esta manera Nintendo, adicional a las cartas que ya fabricaba, empezó a ampliar su portafolio con distintos juegos de mesa y a producir varios títulos que habían sido exitosos en otros países bajo licencia. Sin embargo sus mayores éxitos empezaron a venir de la mano de un joven empleado quien creó un producto llamado Ultra Hand; una especie de brazo extensible que logró vender 1,2 millones de unidades y que permitió a Gunpei Yokoi, su creador, convertirse no sólo en el jefe de ingeniería de la empresa, sino también en el hombre gracias al cual Nintendo pasaría a ser una compañía conocida en todo el mundo y quien la llevaría a liderar el desarrollo de la industria de los videojuegos y a ser la más importante dentro del sector durante muchos años.
Incursión en los videojuegos
Luego del popular Ultra Hand, otro juego llamado Ultra Machine lograría vender más de dos millones de unidades. Sin embargo a pesar de que la empresa parecía haber superado la difícil etapa por la que había atravesado tras no poder encontrar una fuente de ingresos distinta a las cartas, aún se encontraba muy lejos de los principales fabricantes de juguetes en Japón. De esta forma con la intención de adquirir un mayor protagonismo en el ámbito local, Nintendo empezó a incorporar componentes electrónicos a sus juguetes logrando lanzar al mercado novedosos productos que como ya se estaba volviendo costumbre, alcanzaban importantes niveles de aceptación y ventas.
Todo esto coincidencialmente ocurría al mismo tiempo que se lanzaban las primeras máquinas arcade usadas en toda clase de establecimientos y sitios de diversión. Esto representó para la empresa la oportunidad perfecta para entrar en una industria que apenas estaba dando sus primero pasos. De este modo bajo la dirección de Gunpei Yokoi la compañía empezaría a desarrollar diferentes juegos para estas populares “maquinitas” siendo entre ellos Donkey Kong uno de los títulos más famosos y en el que también hacía su debut Mario; otro de los tantos icónicos personajes creados por la marca conocido en ese entonces como “Jump man”.
De igual forma la aparición del famoso pong en Estados Unidos que se había puesto de moda gracias a la consola Odyssey de Magnavox además de volverse todo un fenómeno en diferentes partes, hizo que Nintendo sacara su primer videoconsola con la colaboración de Mitsubishi Electric y Ricoh llamada Color Tv Game. Habiendo comprado la licencia del pong, dependiendo el modelo esta podía presentar entre 6 y 15 versiones de dicho juego en versión a color.
Años 80: Nacen las primeras videoconsolas portátiles y la NES
A principios de los 80 dos eventos terminarían por consolidar a Nintendo como uno de los líderes indiscutidos en la industria de los videojuegos. El primero de ellos sería la creación de la primer videoconsola portátil en la cual Gunpei Yokoi nuevamente terminaría siendo una ficha clave. La idea se le ocurrió al ver a un hombre jugando con una pequeña calculadora de bolsillo mientras viajaba abordo de un tren. Así las Nintendo Game & Watch fueron las precursoras de las videoconsolas portátiles y terminaron teniendo un importante éxito en cuanto a ventas a pesar que sólo permitían jugar un único juego.
Aparte de ser consideradas objetos de colección hoy en día, estas videoconsolas dieron vida al tradicional pad o cruz cuyo uso se terminó generalizando dentro de la industria.
Al solo permitir jugar un sólo juego, resolver esta limitación que tenían las Game & Watch se convertiría en el siguiente reto a resolver por parte de la compañía. Y la respuesta a ello terminó siendo una videoconsola que en Japón se dio a conocer bajo el nombre de Famicom y que años más tarde se comercializaría en occidente siendo conocida por las siglas NES (Nintendo Entertainment System) luego de consolidarse en el mercado local y superar en ventas a la consola SG-1000 de Sega. El resto se puede decir que es historia.
Con una consola que se destacaba por ofrecer una gran variedad de títulos que presentaban una cantidad de historias y personajes altamente atrayentes, además de destacarse en gran forma por aspectos relacionados con la jugabilidad, Nintendo se posicionó rápidamente como el sistema de videojuegos preferidos en todo el mundo. Acompañado por una gran inversión en marketing que entre otras cosas supuso crear un modelo de videocononsola especial para el mercado norteamericano y en cuyo diseño Nintendo llegó a contar con la colaboración de Atari (relación que al final no logró prosperar), la marca decidió enfocar todos sus esfuerzos en aquella gran industria que había ayudado a crear y dentro de la cual se encontraba a la cabeza con todo lo que ello podía suponer en un mercado con un enorme potencial y que resultaba altamente atractivo.
Nintendo, más allá de los videojuegos, una marca que ha sabido construir un gran legado
Después del NES, Nintendo haría otros lanzamientos con los que no haría más que reafirmar su posición de líder en la industria. Productos como el Gameboy que unían las virtudes de las videoconsolas Game & Watch (portabilidad) con las de la NES (plataforma multijuegos) o el SNES (la evolución del NES), se convertirían en éxitos rotundos durante los 90’s.
Además de algunos que mencionamos anteriormente, aspectos como la versatilidad de los sistemas, los accesorios que se les podían instalar y el gran despliegue de marketing hecho por la marca para promocionar sus productos harían a Nintendo estar muchas veces por encima de sus competidores aún cuando otras videoconsolas tuvieran mejores prestaciones por ejemplo en términos de gráficos. Tal fue el caso del SNES cuyo sistema, a pesar de ser inferior a los 16 bits de su rival Sega Genesis, supo compensar esta deficiencia con chips en los cartuchos o también del Nintendo Wii, que si bien era gráficamente inferior a las otras videoconsolas de su generación, logró superar en ventas a la Xbox 360 y la PlayStation 3 ofreciendo un sistema de juego altamente innovador que terminó siendo acogido por un público más amplio al de sus contrincantes.
No obstante si bien la empresa ha sabido estar a la cabeza de la industria y lograr grandes éxitos, tampoco ha estado exenta de cometer desaciertos que en algunos casos la han llevado a perder protagonismo frente a poderosos competidores del mundo de la electrónica y la tecnología que fueron surgiendo hacia finales de los 90 como Microsoft y Sony (esta última una empresa que terminó incursionando en el mundo de los videojuegos a causa de un desacuerdo que tuvo con Nintendo cuando se contemplaba la posibilidad de incorporar un lente óptico a la SNES). De hecho en años recientes es claro que la empresa se ha visto opacada por estos dos gigantes con lo cual ha tenido que replantear su estrategia enfocándose en mercados y tipos de consola que en buena medida difieren bastante de aquellos en los que se enfocan estos dos grandes.
Sin embargo no importa qué tan difícil sea la situación por la que atraviese la compañía. Como ya lo ha demostrado en el pasado pareciera que siempre tiene un as guardado bajo la manga y la reciente situación por la que pasó no fue la excepción. Cuando sus acciones habían sufrido una drástica caída apareció de la nada una aplicación de realidad aumentada y nuevamente las acciones de la empresa japonesa volvieron a repuntar.
De modo que no importa cuál sea el próximo salto que piense dar la compañía. Sea que decida lanzar otra gran aplicación en compañía de aliados como lo hizo con Pokemon Go, o que lance una nueva videoconsola como de hecho ya lo ha anunciado con la versión mini de la popular NES, simplemente la marca japonesa goza de una herencia demasiado rica que trasciende sus consolas y la vincula con personajes y mundos de fantasía que están en el corazón de muchos tal y como lo están sus míticas consolas.
En síntesis, hablar de Nintendo es hablar de una marca que se percibe cercana y que se puede considerar como una lovemark. Y en tanto que siga cultivando ese vínculo que ha tenido con los consumidores a lo largo de los años, seguramente logrará permanecer vigente durante mucho tiempo.
