Diferenciarse no es fácil y menos en la categoría de automóviles.
La Dodge RAM, a diferencia de otras camionetas deja de lado la promoción de las características obvias como capacidad de carga y el ser todo terreno para concentrarse en aquello que tiene más relevancia para los conductores de una ciudad agobiada por el caos vehicular como Bogotá.
El pico y placa es la ley que restringe dos veces a la semana la circulación de cualquier vehículo… a menos que sea una Dodge RAM.
Claro ejemplo que se enfoca en lo que resuelve en el consumidor (dificultad de movilización), en lugar de sus características propias. Por ende, el aprendizaje está en que los diferenciales no siempre están en las características obvias del producto o servicio sino en lo que realmente es importante para el mercado.
Y aunque de alguna manera agrega más congestión al tráfico bogotano, es una estrategia de mercadeo bien diseñada.
