¿Está usando la servilleta como herramienta publicitaria?

Muchas empresas se quejan de la limitación de recursos para comunicarse con sus clientes (actuales o potenciales).

Cuando pensamos en medios de comunicación, usualmente pensamos en medios tradicionales y masivos como las revistas, la radio, la televisión o las vallas. Medios de alto alcance y grandes inversiones, los cuales, en la mayoría de los casos, su costo es prohibitivo para las pymes.

Y esta es la principal excusa para no hacer publicidad (acompañada secretamente de la carencia de un mensaje relevante que vaya más allá de mostrar el logo, los productos y la dirección web).

Si la limitación de presupuesto es una razón aparente, entonces definamos publicidad. En términos prácticos, es enviar un mensaje relevante a un grupo de personas, invitando a una acción; a través de un medio de comunicación, cualquiera que este sea.  Repito, cualquiera que este sea.

Lo importante es que esté expuesto a un cliente, actual o futuro. Es decir, que el mensaje sea visto por las personas que nos interesa.

La buena noticia es que ya contamos con una serie de medios vehículos para comunicarnos con estas personas. Sin embargo, usualmente los pasamos por alto, pues no los vemos como medios sino como activos y bienes consumibles.

Hace poco hicimos el ejercicio de recolectar diferentes servilletas de establecimientos de comida rápida en Bogotá, y analizamos cómo cada marca utiliza este simple pero efectivo vehículo de comunicación.

El resultado es que en la gran mayoría de los casos (excepto Subway), no lo consideran como un medio de comunicación, pues están en blanco y son de uso general. Y aquellos que ya están invirtiendo en imprimirlas, sólo ponen el logo o en el mejor de los casos la frase “hecho de papel reciclado”, cuando costaría lo mismo incluir un mensaje más completo y relevante de la marca.

Y si considera que no es necesario porque ya es cliente (o eso cree), piense en estas tres razones: 1) podrían comprar más o con mayor frecuencia; 2) puede ser un cliente ocasional el cual quisiera fidelizar, o 3) si le llega con el mensaje correcto, es posible que se lo cuente a otra persona. En cualquier caso es algo bueno y deseable.

Y esto nos sucede con muchas de las herramientas en las cuales ya estamos invirtiendo. O en el peor de los casos, representaría un mínimo incremento. Por ejemplo, imprimir al reverso de las tarjetas de presentación o incluir una tinta adicional su papelería.

Estas herramientas son las tarjetas de presentación, los vehículos de la empresa, los vasos desechables, los uniformes, las facturas, los sobres, las carpetas, el material de empaque, su página web, las redes sociales y los blogs (que son gratuitos), y por supuesto, las servilletas.

La próxima vez que piense que no puede invertir en publicidad por limitaciones de presupuesto, piénselo dos veces.

¿Qué tanto está capitalizando sus “servilletas”?