Breve historia de las marcas: Chupa Chups

Chupa chups

Chupa chupsAunque goza de diferentes acepciones en Iberoamérica, la popular chupeta, chupetín, colombina, paleta de dulce o como quiera que se le conozca al caramelo con palo en la región o país en la que usted se encuentre, una cosa en común podemos encontrar en medio de la infinidad de marcas, sabores e incluso variaciones que se pueden conseguir hoy en día de este popular dulce: todos tienen sus orígenes en una idea en su momento revolucionaria que se dio hace más de 50 años y que se materializó con la creación de la marca Chupa Chups.

A partir de algo tan sencillo como observar la particular forma como los niños consumían los dulces y ponerle un pequeño palo a un caramelo para hacer que estos no terminaran embadurnados de dulce, Enric Bernat, un Catalán cuya familia había estado inmersa en el negocio de la confitería y la pastelería, lograría crear todo un fenómeno alrededor de un producto que no sólo conseguiría satisfacer mejor la necesidad de los niños y sus padres a la hora de estos consumir dulces; también con el tiempo haría que este se convirtiera en todo un icono de la cultura popular a partir del desarrollo de una marca que desde sus inicios supo romper esquemas a través del uso de una imagen, diseño y formas de presentar el producto poco acostumbradas en su tiempo.

Más allá del palo, acaso el principal aspecto que distinguió desde un comienzo los caramelos Chupa Chups, de no haber sido por el concepto que Bernat consiguió desarrollar alrededor de la marca y la fuerza que le imprimió desde un principio, esta posiblemente no habría logrado sobresalir ni destacarse en la forma como efectivamente lograría hacerlo no sólo en España sino en el mundo entero.

Inicios de la marca

Enric Bernat
Enric Bernat: el hombre detrás de Chupa Chups

Gracias a la experiencia que había heredado tanto de su padre como de su abuelo, dos personas empresarias que habían tenido experiencia en negocios relacionados con la pastelería y la confitería, Enric Bernat seguiría las mismas sendas de sus antepasados, solo que esta vez mientras escribía su historia, lograría dar vida a algo mucho más grande y ambicioso.

Todo empieza en 1950 una vez Bernat, luego de haber prestado el servicio militar, funda su primer negocio; una compañía confitera que fabricaba peladillas: una almendra confitada típica de la Comunidad Valenciana. Sin embargo su aventura con esta empresa duraría poco, ya que cuatro años más tarde otro hombre de negocios llamado Domingo Massanes le ofrecería hacerse cargo de Granja Asturias, una compañía que usaba manzanas como principal materia prima en la fabricación de sus productos.

Sin embargo, teniendo en cuenta que en esencia la confitería era lo suyo y que en buena parte su cabeza vivía en función de eso, a mediados de los 50 empezaría a vislumbrar la posibilidad de crear algo como lo que nunca antes se le había ocurrido a nadie.

Luego de observar cuidadosamente a los niños, los principales consumidores de golosinas, pudo darse cuenta de que en efecto los caramelos que se hacían entonces realmente no estaban pensados para ellos. El hecho que estos no les cupieran bien en la boca y que además por su particular forma de consumir las golosinas resultaran untados de dulce por todas partes, hizo que a Bernat se le viniera a la mente una idea que no tardaría en capitalizar lanzando ya para 1.958 los primeros caramelos con palo con gran éxito y aceptación por parte del público.

Origen del nombre

Aún sabiendo que ya había hecho lo más difícil al encontrar la idea que necesitaba para crear algo único y novedoso, no eran pocos los desafíos que Bernat tenía por delante. Toda vez que tenía planes ambiciosos para el nuevo producto y deseaba convertir la marca en un imperio de caramelos con palo que fuera tan grande como el que había creado Coca-Cola en el mercado de las bebidas gaseosas (como expresamente se lo había manifestado en su momento a un empleado de la multinacional americana al que más tarde Bernat contrataría como jefe de ventas), una de las principales cosas a las que el empresario Catalán empezaría a apuntarle desde temprano sería la creación de una marca que en conjunto con sus distintos elementos le permitiera internacionalizar el producto.

De esta forma si bien por el hecho de ser redondo en principio al caramelo se le había llamado “Gol”, el que este nombre no sonara lo suficientemente atractivo hizo que la empresa recurriera a una agencia de publicidad en Barcelona la cual junto con otras dos alternativas sugirió el nombre “Chups”.

De esta forma la marca empezaría a hacer uso de este nombre. Sin embargo, fue gracias a una pegajosa cuña de radio que en varios tramos de la melodía hacía uso de la expresión “chupa chups” que la gente empezó a llamar el producto de esta manera. Como resultado, este sería el nombre definitivo que en adelante la marca optaría por utilizar.

Creación del logo

Gozando el producto de un auge importante dentro de España y sin perder los objetivos que inicialmente se había trazado en relación a este, Bernat buscaría dar el siguiente paso con miras a internacionalizar la marca. Esta vez concentrándose en el desarrollo de un elemento que resultaba vital a la hora de atraer al público e identificar la marca: su logo.

Sin embargo, sabiendo la importancia que podía tener este aspecto a nivel de marketing y teniendo en cuenta las marcadas diferencias que tenía su producto en relación a otros similares (no solo por la cuestión del palo sino también por la propuesta transgresora que presentaban los caramelos Chupa Chups en ese tiempo al usar llamativos colores y presentaciones), para Bernat era indispensable crear una imagen acorde. Aprovechando además el éxito que estaban teniendo los caramelos en España no escatimó en el diseño de un logo digno de lo que había creado y que además estuviera a la altura de importantes marcas.

Fue así como Enric Bernat, por recomendación de una agencia de publicidad, terminaría entonces poniéndose en contacto con un joven y reconocido artista llamado Salvador Dalí. A cambió de una suma millonaria, este tuvo el encargo de hacer el rediseño del logo de la marca, el cual, según cuenta la historia, sólo le tomó cerca de una hora realizarlo.

Si bien el sello creado por Dalí conservó la tipografía usada por el anterior logo, el poner las palabras Chupa Chups sobre un fondo que recreaba la forma de una margarita y reducir la paleta de colores a rojo y amarillo serían las dos grandes aportaciones creadas por el famoso artista. Teniendo en cuenta que al día de hoy son escasas las modificaciones que se le han hecho a este y que gracias a dicho rediseño se posibilitó identificar fácilmente el producto al poner el distintivo logo en la parte superior del envoltorio en lugar de la parte lateral (haciendo que la imagen de la marca se mantuviera intacta a pesar de la forma del empaque), podemos decir que la decisión de Bernat fue más que acertada y el trabajo realizado por Dalí una pieza digna de sus más grandes obras.

chupa chups

1967: Empieza el proceso de internacionalización de la marca

Ya contando con todos los elementos que necesitaba para crear su imperio de caramelos con palo y habiendo logrado posicionar la marca en España, el siguiente paso, tal como Bernat lo había pensado, era internacionalizar la marca.

De esta forma, aprovechando la cercanía entre Cataluña y Francia, la primera planta que tendría la empresa fuera de España sería en Perpiñan, una ciudad Francesa que no se encuentra muy lejos de la frontera con el país Ibérico. Sin embargo esta necesidad de desarrollar una presencia cada vez más importante en diferentes países y regiones se haría mucho más evidente hacia mediados de los 70, cuando expira la patente industrial que tenía Chups Chups y comienzan a aparecer nuevos fabricantes de caramelos con palo que vendían sus productos a precios mucho más bajos.

Así, la marca se convertiría en una de las primeras empresas españolas en internacionalizarse al exportar gran parte de la producción local a otras regiones y abrir nuevas plantas en diferentes países. Como resultado de esto, aquello del “imperio de caramelos de palito” empezaría a tomar forma en tanto que Chupa Chups pronto comenzó a inundar los mercados internacionales con sus cientos de presentaciones y sabores.

Tomando en cuenta los particulares gustos de cada país y región, asimismo Chupa Chups ha conseguido desarrollar una variedad de sabores con los que ha logrado adaptarse de forma exitosa a las exigencias de cada cultura. Así en algunos países ha desarrollado exóticos sabores, como uno en México, que incluía ají dentro de sus ingredientes.

Hechos curiosos de la marca

Además de ser una marca cuyo logo guarda ni más ni menos que la impronta de un artista de la talla de Salvador Dalí, Chupa Chups cuenta en su haber con varias anécdotas que de hecho resultan bastante curiosas. Las siguientes son algunas:

  • Durante sus comienzos, mientras buscaba tener mayor presencia en los puntos de venta e intensificar la distribución, los vendedores de la empresa usaron una singular táctica para conseguir que los tenderos que en un principio se mostraban reacios a dejar el producto finalmente lo pidieran. Esta consistía en darle a varios niños que estudiaban en colegios cercanos a estos puntos una peseta (lo que costaba un Chupa Chups), para que compraran uno de estos caramelos en las tiendas que había cerca. Una vez que los niños no encontraban el producto y el carro que repartía Chupa Chups volvía a la semana siguiente a la zona, a los tenderos no les quedaba más remedio que dejar los caramelos toda vez que ya varios niños habían preguntado por estas golosinas.
  • Apelando en varias ocasiones a técnicas de marketing de guerrilla en las que la empresa regalaba muestras a personas famosas y estrellas de la farándula local y extranjera logrando que salieran en importantes eventos consumiendo
    Teniente kojak
    El actor Telly Savalas encarnando al teniente Kojak con un caramelo Chupa Chups.

    Chupa Chups, la marca logró muchas veces estar en el centro de las miradas y mantenerse como un icono de moda. De hecho gracias a un amigo de Bernat, Chupa Chups consiguió tener un protagonismo importante en la famosa serie del teniente Kojak.
    En la medida que el producto, además de ser atractivo para los niños también lo era para los jóvenes e incluso para los adultos (toda vez que veían en él algo que les ayudaba a calmar la ansiedad de fumar), con el tiempo Chupa Chups se volvió una marca capaz de atraer una multitud de targets más allá de aquel que en un principio fue el más representativo: los pequeños.

  • Además del auge que había logrado la marca en el mercado Ruso, país donde de hecho hoy la marca cuenta con dos de un total de ocho centros de producción, en 1.995 los Chupa Chups se convirtieron en el primer caramelo con palo consumido en el espacio cuando durante su estancia en la estación MIR, los astronautas Rusos tuvieron la oportunidad de saborear algunas de estas golosinas.
  • Como prueba de que tanto los caramelos Chupa Chups como su logo indudablemente son un icono del siglo XX, el Museo de Arte Moderno de Nueva York ha incluido la marca en una exposición llamada “Obras Maestras Industriales”.

Actualidad

A pesar de la fama y popularidad que la empresa logró alcanzar después de más de 40 años, y de haber convertido la marca en el nombre bajo el cual se empezaron a conocer los caramelos con palo en muchos lugares del mundo, durante los primeros años del siglo XXI las ventas de los productos bajaron y como resultado empezaron a sobrevenir grandes pérdidas. De esta manera en 2006, tres años después de la muerte de Enric Bernat, la compañía Italo Holandesa Perfetti Van Melle llegaría a un acuerdo con los herederos del imperio Chupa Chups para hacerse con la mayor parte de los derechos de la empresa.