Que no es necesario que las condiciones estén dadas para alcanzar el éxito y triunfar, a pesar de los múltiples obstáculos y dificultades que se atraviesan en el camino es algo que podemos dar como un hecho.
Mientras muchos le achacamos el no poder llevar a cabo un proyecto o realizar algo a las circunstancias y buscamos mil formas de justificarnos, existen incontables ejemplos de seres humanos alrededor del mundo que logran sobreponerse a situaciones que más que difíciles nos podrían llegar a parecer imposibles.
Como si fuera poco existe un país… una isla para ser más exactos, en la que sus habitantes han tenido que luchar y hacer frente constantemente a la adversidad y a las más duras situaciones que cualquiera se podría imaginar. Y no, no es que la mayoría de estos sufran de algún tipo de discapacidad o algo por el estilo (aunque de seguro hay muchas de estas personas que nos sorprenden con logros inimaginables a cada momento), pero sí, históricamente han tenido que dar constantemente la pelea por sobrevivir y aprender a convivir con toda clase de dificultades.
Desde desastres naturales, hasta una devastación nuclear y dos guerras mundiales han sido parte del pasado y el presente de este país.
Aún así al día de hoy su economía está entre las tres más poderosas y no por nada (como si fuera poco lo que hemos dicho hasta el momento), es considerado un modelo para el mundo en diferentes aspectos.
Ese país cuyo nombre es Japón y que ha sabido enfrentarse y salir airoso de la dificultad en tantas ocasiones al igual que lo hacen tantas personas que vemos con frecuencia y que son ejemplos de superación, están ahí para enseñarnos que no hay obstáculo que sea capaz de resistir el poder de la determinación, ni mucho menos que exista excusa válida para justificar el no poder llevar a cabo algo o al menos intentarlo.
Es por eso que ante la magnitud de lo que representa para un país llegar a ser potencia y ser considerado un ejemplo en muchos sentidos para todo el mundo (más aún teniendo en cuenta las múltiples dificultades a las que se ha debido enfrentar como puntualmente ocurre en el caso de Japón), vale la pena analizar, a modo de aprendizaje, algunas lecciones que nos puede aportar esta nación asiática.
Las siguientes por ejemplo son algunas que podemos aprender a nivel empresarial y de negocios, aunque también por supuesto las podemos aplicar a nuestra vida:
1. En lugar de buscar ganar acosta de que la otra parte pierda, hay que enfocarse en cómo pueden ganar todos
Mientras en muchos países el “business are business” o “negocios son negocios” marcan la conducta y la actitud que se debe asumir frente a una negociación en muchos o la mayoría de los casos, para los japoneses la transparencia y la integridad son valores fundamentales dentro de su cultura, y eso por supuesto incluye los negocios.
Por tanto el buscar sacar ventaja de la otra parte o el estar dispuesto a perjudicar a alguien para sacar de eso un beneficio son cosas que simplemente no van con ellos.
Según dicen, el bien ser (actuar con honestidad y sinceridad), en conjunto con el bien hacer (realizar el trabajo en la forma correcta), trae como consecuencia el bien estar (autorrealización), lo que a su vez traerá el bien tener (recompensa económica).
2. Es más importante ser disciplinado que ser inteligente
Dice un célebre dicho en Japón que la disciplina tarde o temprano vence la inteligencia.
En un país donde la mayoría de las personas comparte esta creencia hasta el punto que podríamos decir que está metida en el ADN de cada uno de sus habitantes, no es que la mayoría de los japoneses sean genios como muchas personas pueden pensar… simplemente son disciplinados.
3. Siempre hay una mejor manera de hacer las cosas
Especialmente en el trabajo, los japoneses siempre han estado obsesionados con encontrar la mejor manera de hacer las cosas. Tanto es así, que han sido los encargados de crear el famoso método kaizen a través del cual compañías tanto japonesas como extranjeras han podido mejorar notablemente su productividad y lograr unos niveles de eficiencia sorprendentes.
Si bien en los próximos días estaremos escribiendo un post exclusivamente dedicado a hablar del tema, es importante que se plantee siempre cómo puede mejorar sus procesos y en general todo lo que hace, buscando una mayor eficiencia y una mejora continua.
Aún sin importar que tan bien puedan estar haciendo las cosas, las empresas en Japón usan un dicho: “Hoy se trabaja mejor que ayer pero peor que mañana”.
4. Reinvertir es clave para el crecimiento
Mientras en muchas partes es normal que una empresa empiece a repartir dividendos entre sus socios en tanto empieza a dar utilidades y se destina poco a reinvertir en ella (en el caso que quede algo), una de las razones por las cuales las empresas japonesas constituyen grandes motores de la economía es porque la prioridad, especialmente durante los primeros años de haberse puesto en marcha, es reinvertir en la compañía con el fin de consolidarla y fortalecerla.
De modo que con el fin de lograr este propósito es posible que los fundadores de una compañía no perciban beneficios importantes hasta tanto no logre tener una suficiente estabilidad, y garantice a futuro una cierta sostenibilidad que le permita generar importantes beneficios de forma periódica. Lo anterior aunque puede llevar tiempo e implica hacer sacrificios dentro del corto plazo, en el mediano o largo plazo puede ser muy beneficioso tanto para la empresa como para sus socios.
5. La limpieza y el orden son fundamentales
Cuando se trata de mejorar la productividad y la motivación, la limpieza y el orden pueden tener un impacto mucho más significativo del que a simple vista alcanzamos a observar.
Teniendo en cuenta el efecto que un lugar de trabajo agradable puede tener en los empleados, las empresas japonesas no sólo se preocupan por hacer esto realidad, sino que además se obsesionan con ello a tal punto que lo hacen parte de su cultura.
6. Hay que saber diferenciar lo importante de aquello que no lo es tanto
No todo tiene el mismo peso dentro de la productividad ni tampoco dentro de los resultados. Por esta razón dentro de todas las actividades que se llevan a cabo como parte de un oficio, es vital establecer cuáles son aquellas que tienen un mayor peso en los resultados y a las que por tanto hay que destinar una mayor cantidad de tiempo y dedicación, y aquellas que al no ser tan críticas en términos del impacto que generan no se les debería dar más tiempo ni dedicación de la estrictamente necesaria para conseguir un resultado entre aceptable y bueno.
7. La resiliencia es clave
Si hay algo que es evidente en el caso de los japoneses como veíamos al principio, es su capacidad para sobreponerse a las dificultades y hacerle frente a la adversidad. Su caso debe recordarnos que si bien el fracaso y la derrota son cosas que podemos llegar a experimentar, incluso en varias ocasiones, siempre debemos levantarnos y seguir luchando hasta vencer finalmente.
8. Cuando un colectivo comparte los mismos valores y las mismas creencias puede lograr grandes cosas
Una de las razones por las cuales los japoneses han llegado a ser la potencia que son (aún a pesar de las dificultades que han experimentado a lo largo de su historia), es porque la mayoría comparte los mismos valores y creencias en relación a la vida y al trabajo. Aplicado a una empresa por ejemplo, esto quiere decir que en la medida que los valores de los empleados se ajusten más a los de la empresa y a su cultura, es mucho más probable que como colectivo esta logre tener éxitos y triunfos importantes, incluso a pesar de las dificultades por las que pueda atravesar.
En conclusión
Por más difíciles que sean las circunstancias y las situaciones a las que nos enfrentemos, siempre es posible triunfar y sobreponerse a lo imposible. Casos como el de Japón o de tantas personas que a menudo deben lidiar contra la adversidad, así lo demuestran. Por esa razón nunca podemos dejar de aprender de su visión y de su inspirador modo de ver la vida en tanto que son muchas las lecciones que pueden enseñarnos en diferentes aspectos.