Así como pasa con las promociones, durante estas fechas los regalos a clientes se han convertido a lo largo de los últimos años en una práctica bastante extendida en el mundo empresarial y en el comercio en general.
Sin embargo luego de haberse convertido en algo ya habitual con el paso de los años, naturalmente una de las cosas que ha generado este fenómeno es que muchas empresas vean esto más como una obligación o como algo que hay que hacer más por el costo que podría tener el no llevarlo a cabo, que por los beneficios y por el impacto que tal cosa podría tener dentro de las relaciones con los clientes.
Es así como para lograr “salir del paso” y no causar de pronto una mala impresión, muchos negocios sin siquiera planear con suficiente anterioridad sus compras para estas fechas se precipitan a encontrar un detalle para sus clientes a último momento. De ahí que muchas crean que prácticamente cualquier presente medianamente decente que consigan darles puede servir como una muestra de aprecio y también para mantener las buenas relaciones.
Entre tanto por no tomarse el trabajo de darle a esto la suficiente importancia que amerita y por relegar a un segundo plano un tema tan importante dentro del marketing como de hecho lo son las relaciones con los clientes, las empresas muchas veces no se alcanzan a dar cuenta que pueden de hecho estar poniendo en riesgo su relación con ellos, además de estar enviando un mal mensaje cuando hacen esto con el único fin de no parecer descorteces y sin ponerle mucha dedicación.
El dar regalos a los clientes es en sí una acción de marketing, y como tal, no debe ser tomada a la ligera
Por más que el dar regalos principalmente en fechas como esta se haya vuelto una costumbre y casi podríamos decir que un deber de toda organización para con sus clientes (pues a menos que se haga se puede estar enviando un mal mensaje y por exagerado que suene afectar a futuro la relación con ellos), hay que tratar de ver esto no como una cuasi obligación que tienen las empresas sino como una oportunidad de reforzar los vínculos y de llegar al corazón de las personas.
Al igual que tantas ocasiones y fechas especiales que hay durante el año, diciembre es una excusa más que cualquier negocio puede aprovechar para mostrar un lado más humano y para conectarse a unos niveles mucho más profundos con los clientes a partir de crear estímulos que se manifiesten en emociones positivas hacia las empresas; aquellas que al final les van a permitir a estas reforzar el vínculo con sus clientes, así como mantener una relación cercana y amable.
Por tanto no se puede desaprovechar esta oportunidad dando a los clientes cualquier regalo que se nos pueda venir a la mente sólo por el hecho de tomárnoslo como una obligación, sobre todo teniendo en cuenta que el no planear esta actividad de forma cuidadosa puede terminar ocasionando serios inconvenientes si no se la toma como parte de una estrategia relacional de marketing, que como todas las acciones y esfuerzos que se realicen en este sentido, se le debe dar la importancia que merece.
Así cuando hablamos de planear este tipo de actividades nos referimos a tomarse el tiempo necesario para investigar e indagar con suficiente antelación, cuáles son esas cosas que según la personalidad y los aspectos que definen cada tipo de cliente, podrían resultarle útiles e interesantes, pero además de esto emocionantes y con significado.
Adicionalmente si tenemos en cuenta toda la información que podemos averiguar hoy en día sobre los clientes a través de las redes sociales, aparte de la que podemos conseguir por nuestra propia cuenta cuando interactuamos con ellos, entregarle a todos ellos material promocional alusivo a nuestra empresa o agendas con el logo de esta deja mucho que desear. Esto no quiere decir que el material promocional no sirva ni deba usarse para promocionar la marca, sin embargo si estamos hablando de una fecha tan especial como diciembre y fin de año, bien vale la pena hacer el esfuerzo de ir un poco más allá para tratar de establecer un vínculo mucho más fuerte y significativo con nuestros clientes.
El detalle y la dedicación que le ponga a esta actividad es lo que cuenta
Ahora bien, lo que hemos planteado anteriormente no quiere decir que se tenga que ir al extremo de conseguir algo demasiado ostentoso y exclusivo para dar a sus clientes. Aunque suene a frase de cajón el detalle y la intención es lo que cuenta, y más si el cliente logra percibir que usted se tomó el trabajo y la dedicación de preparar algo especial para él.
Por tanto no se fije tanto en el precio. Más que el detalle en sí mismo es la forma de entregarlo y de presentarlo al cliente lo que puede hacer la diferencia. En este sentido el tratar de que la entrega del presente tome a los clientes por sorpresa e incluso usar un empaque de regalo creativo que vaya acompañado de una nota a mano, puede ayudarle a generar un gran impacto.
Recuerde siempre que no debe ver el regalar algo a sus clientes durante estas fechas como un simple protocolo sino como una oportunidad para sorprenderlos y crear una experiencia memorable. De modo que como cualquier actividad de marketing planear con tiempo estas actividades, y pensar en cómo puede aprovechar estas fechas para crear estímulos que generen una respuesta emocional por parte del cliente pensando no sólo en el regalo propiamente sino también en la forma como piensa entregárselo para que este logre un mayor impacto en los receptores, creando alrededor de esto toda una trama si es preciso, le ayudará a causar una grata impresión en ellos y por supuesto le permitirá reforzar los vínculos de una forma que difícilmente podrá lograr de otra manera.
Algunas consideraciones que debe tener en cuenta al dar regalos a sus clientes en época decembrina
Si bien por lo general existen algunos regalos que tienen buena aceptación y son bien vistos (tal como en efecto lo suelen ser las famosas anchetas o cestas de alimentos o frutas), y más si van acompañados de una buena carta o dedicatoria, también hay que tener en cuenta que muchas veces las personas pueden tener algunas restricciones en cuanto a la dieta que pueden privarlas de consumir determinados alimentos o licores.
Adicionalmente el hecho de que estos tengan buena aceptación y sean una forma fácil de resolver este tema para muchos, hará que al final su cliente termine con varias canastas de alimentos en la oficina con lo cual usted no se estará diferenciando en lo más mínimo y además estará contribuyendo a que uno de los principales propósitos que tengan sus clientes para el próximo año sea someterse a una estricta dieta.
Por tanto trate de indagar más a fondo sobre sus intereses y regálele en la medida de lo posible cosas que les resulten útiles o les permitan vivir experiencias memorables conforme a lo que valoran y disfrutan. Por ejemplo unos buenos libros sobre temas que sean del agrado de su cliente, una cena para dos en su restaurante favorito con derecho a una botella de vino por cuenta de la empresa, o darle entradas a un evento al que en algún momento le haya expresado su interés en asistir, pueden ser algunas buenas alternativas para tener en cuenta.
En conclusión
Lejos de ser un protocolo o una especie de compromiso que tienen las empresas para con sus clientes, el dar a estos regalos durante esta época es una oportunidad de reforzar los vínculos y generar experiencias que le ayuden a fortalecer y afianzar aún más las relaciones con ellos. Por tanto dele a esta actividad la importancia que merece, pues de alguna manera esto refleja el grado de aprecio que tiene por ellos. De modo que la mejor forma de demostrarles que usted les importa es tomarse el tiempo para por lo menos tratar de conocer más sobre sus intereses y aprovechar la ocasión para brindarles una buena experiencia. Finalmente no piense tanto en el dinero, al final lo más importante es la creatividad y la dedicación que le ponga.