Estamos tan inmersos en el día a día que con frecuencia perdemos de vista la esencia de nuestro negocio: dónde estamos, para dónde vamos y qué tenemos que hacer para llegar allá. Lo cotidianidad nos absorbe sin percatarnos que podemos estar recorriendo el camino equivocado.
Es por eso que quiero compartir este artículo de mi colega John Jantsch, fundador de Duct Tape Marketing, el cual nos recuerda 7 preguntas fundamentales que todo negocio debe hacerse. Estas preguntas nos ayudan a revisar y ajustar el curso del negocio, en momentos donde necesitamos más claridad que nunca.
Aunque estemos todo el día ocupados haciendo cosas para el negocio, si no son las cosas correctas, no nos llevarán a ningún lado.
Si hoy fuera a comenzar un negocio, hay siete preguntas que debería responder. Lo simpático es que después de veinticinco años con mi empresa, todavía necesito contestarlas.
No es que no tenga las respuestas a estas importantes preguntas, el punto es que cambian constantemente. Así es como sé que estoy creciendo y evolucionando.
Revisar estas siete preguntas, que llamo Preguntas Guía, es lo que me mantiene en paz o por lo menos, sabiendo que voy por el camino correcto hacia algo que vale la pena.
Estas preguntas tienen que ver con estrategia, propósito, prioridades, cultura, marketing, proyectos, procesos y tareas cotidianas.
Ponga estas preguntas en una cartelera a la vista de todos en su organización, de manera que cada uno esté constantemente proponiendo respuestas. Reúna a su equipo cada 90 días y revise la evolución de las respuestas. Retírese a una cabaña en las montañas una vez al año para apaciguar todas esas voces en su cabeza y entender el verdadero significado de estas siete preguntas.
1. ¿Dónde estamos?
Esta es la primera pregunta que siempre debe hacerse cualquier empresario. La única forma de resolver la ecuación para alcanzar sus metas y objetivos, es determinar específicamente dónde está en este momento. Esto puede involucrar varios indicadores, siempre y cuando tenga claro qué lo llevará al futuro deseado.
2. ¿Para dónde vamos?
Esta es la pregunta visionaria que cada negocio debe estar revisando. La visión es como el horizonte en esa autopista de dos carriles que serpentea por el paisaje. Usted cree que ve el destino a la distancia, pero cada vez que avanza el destino se mueve un poco más lejos. Esa es la esencia del crecimiento, nunca termina, sólo continúa expandiendo sus horizontes.
3. ¿Por qué vamos hacia allá?
Cada negocio exitoso con el que he trabajado, entiende perfectamente por qué hizo lo que hizo, quien de una manera muy específica quería servir a ese propósito y cómo, al contrario de todos los que estaban en el mismo sector, lo hizo de una forma única y sorprendente. ¿Cómo se conecta su por qué con su visión?
4. ¿Qué valores nos guiarán?
Los valores y las creencias son como filtros para tomar decisiones. Conéctese a ellos profundamente y úselos como una herramienta para reclutar a otros que también crean en ellos. Si no se guía por ellos, tomará decisiones que lo sacarán del camino y le harán perder el balance. Usted sabe a dónde quiere ir pero es una lucha mantenerse en esa dirección. Haga una lista de sus valores más profundos y úselos para guiarse.
5. ¿Cómo vamos a llegar allá?
Ahora es momento de definir la estrategia que lo llevará hacia su visión. ¿Cómo innovará? ¿Qué creará? ¿Cómo atraerá clientes y aliados? ¿Cómo usará los recursos que tiene para construir un negocio rentable? ¿Cómo diferenciará su negocio en la mente de su cliente ideal?
6. ¿Quién debe hacer qué?
¿Cómo enfocarse en hacer lo que más impacto genera en su negocio? ¿Cómo puede delegar todo lo demás? ¿Qué recursos necesita para contratar, adquirir o apoyarse en terceros? ¿Cómo puede elevar su equipo de trabajo de manera que lo empodere hacia su propia visión?
7. ¿Qué mediremos?
Finalmente, ¿cómo sabrá si está progresando? No podrá saber si está atascado, retrocediendo o alejándose de la ruta a menos que defina una serie de indicadores que reflejen su visión. Estos indicadores incluirán cosas como crecimiento en ingresos, utilidades, prospectos y clientes, pero no olvide considerar otros que miden la salud del negocio, cosas como referidos, testimoniales y comentarios positivos que hacen sobre el personal.
Sólo un par de estas preguntas, cosas como los valores o su visión para los próximos años, permanecerán estables. Revisar el resto cada noventa días creará una dinámica que hace que tener una negocio sea fascinante.
Adaptado del artículo original de John Jantsch en el blog de Duct Tape Marketing.