Lejos de ser algo nuevo o exclusivo de cierto tipo de profesionales como a menudo lo vemos en el caso de los que trabajan de forma independiente, el concepto de marca personal aplica para todo tipo de personas y existe desde mucho antes que internet y las redes sociales hicieran su aparición.
Aún cuando las nuevas tecnologías han hecho que este tema cobre una relevancia mucho mayor de la que podía tener en otros tiempos antes de que estas asumieran el importante papel que han ido adquiriendo en los últimos años, el término va más allá de desarrollar una presencia online y de apalancarse en herramientas digitales para construir un perfil profesional que hable bien de nosotros.
Si bien el entorno digital evidentemente ha entrado a ser parte de ese mundo que nos permite influir en la percepción que otros tienen de lo que somos profesionalmente y también como personas, no podemos reducir la marca personal a lo que hacemos en pro de ello dentro del ámbito online (contar con una página web, blog o crear un perfil en LinkedIn por ejemplo), como tampoco podemos dejar que esta sea producto únicamente de las interacciones y de la imagen que otros pueden hacerse de nosotros al ver la forma como vestimos, el modo en que nos comportamos o la forma como trabajamos.
De modo que al igual que sucede con cualquier marca, la construcción de una marca personal exitosa es el resultado de brindar importancia a cada punto de contacto. Esto involucra desde lo que podríamos considerar más básico (pero no por ello menos importante) como lo son las relaciones que tenemos con los demás, el profesionalismo con que realizamos nuestras tareas o la pulcritud con que vestimos, hasta aspectos relacionados con nuestra presencia online.
Lógicamente dependiendo el alcance y lo lejos que queramos llevar esto, asimismo podemos dedicar un mayor o menor esfuerzo a la construcción de la marca personal e invertir en ella el tiempo y el dinero que consideremos necesario para consolidarla bien sea haciendo que cubra todos los frentes posibles o solo aquellos que consideremos más críticos.
No obstante aun cuando desarrollar la marca personal no sea parte de nuestras prioridades, gústenos o no en alguna medida lo deberemos hacer para evitar causar una mala impresión. De esta manera así sea por razones tan sencillas como esta, debemos cuidar de ella y evitar cometer errores que por acción u omisión la pongan en riesgo. Las siguientes por ejemplo son 8 cosas que pueden afectarla y atentar contra ella:
1. No marcarse objetivos claros en relación a su marca personal
Aún cuando solo fuera hacer lo necesario para no causar una mala impresión o enviar un mal mensaje, es necesario marcarse objetivos en relación a su marca personal. Bien sea que desee a través de ello conseguir acceder a mejores oportunidades a nivel laboral, empezar a trabajar su imagen en caso que trabaje como empleado pero desee crear su propia empresa e independizarse en algún momento, o usar la marca personal como una extensión de la marca de su negocio y como una estrategia de relaciones públicas, es importante plantearse objetivos en relación a su marca personal para determinar exactamente qué es lo que pretende lograr por medio de ella y saber cuál es el alcance y hasta dónde quiere llegar en la construcción de esta.
2. Descuidar la imagen personal
La forma como vestimos, la manera como tratamos a los demás y el cuidado de nuestro aspecto habla mucho de nosotros. Es por eso que en relación a esto cuidar los modales y al tiempo la apariencia física sin descuidar por supuesto los valores y nuestra integridad como personas, resulta vital para la construcción de nuestra propia marca.
3. No diferenciarse
En un entorno tan competitivo sin lugar a dudas este es uno de los principales aspectos que pueden atentar contra la marca personal. Teniendo en cuenta que saber cómo se están “vendiendo” otras personas que desempeñan tareas u oficios similares es fundamental para buscar posicionarse de una forma diferente, no sólo hay que hacer el ejercicio de buscar en internet y en redes sociales como LinkedIn cómo se promueven otras personas que profesionalmente desempeñan actividades similares a la nuestra, sino que también en relación a esto es clave el autoconocimiento y el saber muy bien cuáles son nuestras fortalezas. Así podemos construir nuestra marca alrededor de ellas y enfocarnos en aquellas cosas donde podemos marcar la diferencia una vez hacemos la tarea de investigar los perfiles de otras personas en la web.
4. No cuidar la marca personal en los frentes digitales
Cuidar la marca en los frentes digitales implica ser muy cuidadoso con la información que por ejemplo publicamos en nuestras redes sociales y ser conscientes de que cada actualización que hagamos en estos espacios habla de nosotros. No obstante también esto abarca cosas como el diseño en caso de que creemos un blog o página (el cual por supuesto deberá lucir profesional y causar una buena impresión), el mantener una coherencia visual entre los perfiles sociales y nuestro sitio web (en caso que lo tengamos), o el mantener actualizando con contenido interesante cada una de las redes sociales en las que estamos presentes y por supuesto, en el caso que hayamos decidido crearlo, nuestro blog.
También en relación a esto es clave tener bien diligenciados cada uno de los perfiles que tengamos en redes sociales y llenar cada uno de los campos con información detallada para que cualquier persona que desee conocer más sobre nosotros la pueda consultar.
5. Promoverse como un experto o gurú
Aún cuando cuente con mucha experiencia desempeñando una actividad u oficio, es mejor que esto lo digan otras personas en sus recomendaciones de LinkedIn o a modo de testimonial en su página en lugar que sea usted quien lo haga. Al final quien le otorga este status debe ser la gente como resultado de su trabajo y de construir una reputación online a través de su blog y sus redes sociales, no de que sea usted quien lo diga.
6. No invertir en ella
Si bien no en todos los casos deberá contratar un asesor de imagen o diseñar un logo y una identidad para su marca personal en tanto ello dependerá de sus objetivos y del alcance que le quiera dar a esto, desarrollarla, así sea en un nivel básico, requiere invertir en verse bien, pero también en expandir su red de contactos asistiendo a eventos o invirtiendo algo de tiempo en LinkedIn (además de estarse capacitando y actualizando con frecuencia).
7. Mostrar falta de coherencia
Uno de los inconvenientes de promoverse como un experto, volviendo sobre uno de los puntos que tratábamos, es que puede crear grandes expectativas. Por esa razón más importante que todas las credenciales y todos los logros que pueda subrayar dentro de su carrera, es preocuparse por demostrar en cada cosa que hace su profesionalismo. Recuerde que al final no se trata tanto de lo que dice sino de lo que hace. De modo que más que preocuparse por transmitir una maravillosa imagen de su perfil profesional a través de LinkedIn o de su página web, enfóquese siempre en exceder las expectativas que la gente pueda hacerse en relación a usted.
8. No actualizarse
Aunque ya hicimos referencia a esto, el actualizarse constantemente, aún cuando crea haber llegado a la cumbre del conocimiento, siempre puede aportarle cosas nuevas y ayudarle a ver las cosas desde diferentes ángulos. Con esto en mente no solo debe preocuparse por realizar cursos o asistir a conferencias relacionados con cualquiera sea la actividad a la que se dedique. También el leer libros, publicaciones de carácter informativo o blogs relacionados o no con lo que hace con cierta frecuencia, pueden ayudarle a lograr este objetivo y hacer de usted una persona capaz de entablar una conversación alrededor de cualquier tema y no solo de aquel que más domina porque casualmente está relacionado con su actividad. Lo anterior es algo que con total seguridad, sumará puntos a su marca personal.
En conclusión
Aún cuando internet y las redes sociales jueguen hoy un papel destacado en la construcción de la marca personal y puedan influir de gran forma sobre la percepción que podemos tener de algo o alguien, no podemos descuidar otros elementos que aunque podrían considerarse más bien básicos o elementales dentro de este proceso, son tan o más importantes aún que aquellos que la tecnología nos puede aportar en este sentido. Por tanto para construir una marca personal exitosa no podemos dejar estos de lado, como tampoco podemos descartar dentro del proceso la tecnología.