Una marca no aplica solamente a un producto o a un servicio. Todos somos marcas y como tal construimos nuestra reputación alrededor de eso.
Para muchos profesionales, su nombre es su propia marca y un importante activo para generar confianza en clientes potenciales.
Para conocer un poco más sobre Personal Branding, entrevistamos a Adrian Peláez, Director del Social Media Institute y reconocido consultor de negocios digitales, para que nos diera sus recomendaciones.
Aquí puede escuchar la entrevista completa en audio o directamente en Soundcloud.
Y esta es la transcripción de algunos apartes de la entrevista.
Bien Pensado: ¿Qué es el Personal Branding?
Adrian Peláez: Bueno yo me pregunté eso cuando alguien hace como tres o cuatro años me dijo, “quiero que hables de Marca Personal”, y le dije “pero ¿por qué yo?”, y me respondió “bueno, porque tu en sí mismo has logrado ser una Marca Personal”. Entonces me dijeron, “quiero que hables de tu caso, cuentes tu historia y cómo lograste hacer ciertas cosas”.
Hoy relaciono el tema de Marca Personal o Personal Branding, con la capacidad que tenemos, gracias a los nuevos medios (esa cantidad de nuevos consumidores que nos traen Google+, Twitter, Facebook, Linkedin, YouTube y cualquier otra red social), para que las personas hagan la diferencia, compartan sus intereses, lo que buscan, lo que leen, lo que recomiendan, lo que crean desde cero, desde su perspectiva. Son parte de ese 1% que hacen la diferencia.
Todos tenemos obviamente nuestra marca, es como una huella digital, como el iris. Todos tenemos esa capacidad de ser referentes de una manera más tenue, más brillante o más definida, por algún tema en particular.
Pero básicamente, es cómo vamos dejando una estela, esas migajas que van dejando Hansel y Gretel. Para que la gente vaya adquiriendo, o nuestros productos, o nuestros servicios, o simplemente llegue al encuentro con nosotros y ahí se va profundizando.
BP: Cuando uno habla de construir una Marca Personal, ¿podría asimilar el proceso a las marcas tradicionales?, ¿los elementos que la componen son similares?
AP: Y aún mejor. Recuerden, como dice el famoso manifiesto Cluetrain, el mercado son conversaciones. Y ¿quiénes son los protagonistas de las conversaciones? Las personas. Son personas las que hacen negocios con personas, así representen empresas. Entonces, definitivamente es el don de gentes, esa inteligencia social, esa capacidad de llegar a los otros.
Se hace mucho más fácil para personas con nombre y apellido, que para una empresa. Por eso es que hoy se recomienda mucho el tema de Personal Branding como una nueva habilidad del gerente del presente y del futuro. Esas habilidades digitales 2.0 o 3.0, que deben adquirir para comunicarse a través de todo este ecosistema de comunicación que son las redes sociales y que es el posicionamiento.
Entonces, hoy ese enlace tradicional de marca de empresa y de posicionamiento va muy ligado a lo personal, a las personas, a la gente.
BP: ¿Cómo puede una persona posicionarse como experto en un campo, cuando como profesionales somos commodities?, ¿cómo puede empezar a diferenciarse, a posicionarse y a salirse del montón?
AP: Dos cosas. Una, la que dice Pedro Medina, “El cuento que no se cuenta, no cuenta”. Aprendamos a contar nuestra historia.
La otra es lo que dice, para mí el maestro de maestros en Marca Personal (por su nobleza, no por sus pretensiones), Andres Pérez Ortega, y es que dejemos de ser commodities, dejemos de ser una ficha, una carta o un número dentro de una empresa, y que la mejor manera de diferenciarse es ser uno mismo.
A veces no sabemos qué nos gusta, qué nos apasiona, qué nos mueve. Yo siempre me pregunto, ¿qué es esa cosa que a las 11 de la noche te tiene trabajando sin sueño y con un fervor y una pasión espectacular? Son esas cosas que te trasnochan sin trasnocharte, esas cosas que te apasionan definitivamente [las que constituyen el diferencial].
Entonces a nivel profesional, mucha gente ha reencontrado a través de los nuevos medios una manera de inyectarle pasión y adrenalina a lo que ya hacía. Es una posibilidad de poder reinterpretar lo que realmente nos gusta y nos apasiona.
BP: ¿Crees que el tema de Marca Personal aplica más a los profesionales independientes, donde uno como persona es su marca y eso es lo que comercializa, o aplica más a un empleado de una gran corporación? Uno pensaría que aplica más al profesional independiente, donde su nombre es su marca, ¿si?
AP: Sí y no. Yo comencé a trabajar en una multinacional cuando apenas tenía 19 años y ya identificaba que aquellos que relataban, comentaban, llevaban las minutas, hacían seguimiento a través de correos (que eran con el nombre y el apellido y se seguían con arroba, correos de la intranet, interno por servidor); esas personas ya estaban comenzando a hacer la diferencia, se estaba comenzando a decir, esta es la que trabaja, este es el que hace seguimiento, esta persona es la que rinde y da frutos.
Es una oportunidad inmensa para hacer conexiones, vamos a un mundo en el que todo van a ser conexiones. Pero aún más, vamos a un mundo donde [los profesionales] vamos a ser aliados de las empresas. Las empresas van a evolucionar a “te necesito por tus servicios, por lo que haces”. Vemos como muchos profesionales, que son empleados, finalmente van migrando a “soy mi propia empresa”.
BP: Extraigo dos puntos relevantes. Uno es, para uno poder posicionarse, debe ser fiel a esa pasión, a lo que lo trasnocha. Y el otro es un tema de visibilidad, hacerse visible, expresarse dentro de un equipo o como independiente. ¿Qué rol juegan en esto las redes sociales?, ¿Qué puede hacer esa persona que tiene claro ese rasgo distintivo por el que quiere ser reconocido?
AP: Perder el miedo y perder los prejuicios, en el sentido que no es algo de egocentrismo, ni de egoísmo; se trata de comenzar a jugar en un escenario donde la gente tiene que comenzar hablar de sí misma, pero también a escuchar.
Involucrarse en estos nuevos escenarios donde tan importantes son los demás como mi propia persona. Entonces, es jugar en esa especie de simbiosis en la que vamos a entrar en un nuevo ecosistema digital, que es un mundo paralelo pero que es parte de este, una extensión de este.
Es comenzar a interactuar de una manera inteligente, yo le llamo a esto (sin creer que estoy inventando la rueda ni el agua tibia), la teoría de la “inteligencia social“, tener nuevas habilidades.
¿Cómo hacerlo? Bueno, ¿usted quiere construir un edificio? Requiere esfuerzo; ¿Usted quiere pilotear un avión? Requiere horas de trabajo, horas de vuelo y habilidades.
Pero lo importante es empezar con muchas ganas. No se trata de cantidad, aunque sea muy buena, aunque se necesite. Cómo comienzo a hacer relaciones y a tejer esa red de contactos, uno a uno pero fundamentales; de manera neurálgica, que permita identificar esos articuladores con los que quiero interactuar.
Y finalmente, tener una propuesta constante de contenido, así como lo hacen ustedes en Bien Pensado. Es el tema de la continuidad, yo puedo crear un plan, puedo pagar coaching, puedo pagar mentoring , puedo pagar lo que sea y crear el plan maestro. Pero si planifico y no ejecuto, no va a pasar nada, se va a quedar en una muy buena intención y ya.
Entonces, cómo yo de manera constante aplico lo que decía el viejo adagio, cuando el perro le dijo al hueso, “si tu estás duro, yo tengo tiempo”. Si las redes sociales son cada vez más duras, cada vez somos más y nos escuchamos menos, estamos en la época de la infoxicación o tiranía de la información.
Adrian Peláez es Director Internacional del Instituto Social Media, Director Académico Ingenium CVC Colombia (Adobe Traning Center), Director Master Marketing Digital de ESDEN Business School, Consultor internacional y conferencista especialista en redes sociales.
Estos son los perfiles de Adrian Peláez en Linkedin y en Google+.