Es sorprendente la precisión con que un vendedor en un semáforo desarrolla su estrategia de marketing.
Primero, espera que el semáforo esté en rojo. Acto seguido, toma el carril central y empieza a poner sobre el espejo lateral de cada vehículo, en este caso un paquete de maní (o cualquier otro producto) y con el dedo índice indica que el precio es de mil pesos (en otros productos el precio está visiblemente marcado a mano).
Esto lo hace con aproximadamente seis u ocho carros. Cuando ya el semáforo está próximo a cambiar, pasa de regreso tomando nuevamente el producto que dejo en consignación. Debe considerar el tiempo adicional que le podría tomar si alguien decide comprarle. Todo transcurre con el tiempo medido y calculado.
Acciones para generación de compra por impulso: poner el producto frente al cliente potencial, indicar cuánto cuesta, alcanzar el mayor número de contactos en el menor tiempo posible. Repita el proceso.