Me atrevería a decir que comprar pescado es una de las cosas más complejas que hay, especialmente para los que no reconocemos a simple vista la diferencia entre uno y otro.
Es probable que para las personas que lo compra habitualmente sea un proceso sencillo el reconocer cada uno de los tipos, las posibles maneras de cocinarlo y sus características. Sin embargo, no creo que sea la mayoría.
Si el desconocimiento de esta categoría pudiera llegar a atemorizar e incluso inhibir la compra, ¿por qué no educar al respecto?
Esto fue lo que hizo la marca propia de Publix. Con la imagen, el nombre del pescado y la descripción en el empaque, debo reconocer que por primera vez se cómo lucen varios de estos especímenes.
Esta es una efectiva manera de incentivar la compra por impulso; pues la habitual exhibición del pedazo de pescado envuelto en una bolsa plástica no es muy llamativa, algo que este empaque y exhibición sí logran.