Pocas son las personas que llegan a conocer o a saber cuál es ese oficio que podría representar su gran pasión, y todavía menos, aquellas que conociendo eso que más les mueve o les motiva hacer en la vida, pueden darse el lujo de vivir de ello.
Y es que cuando se ama suficientemente lo que se hace, el dinero pareciera no ser algo tan importante o hasta en cierta medida podría decirse que pasa a un segundo plano.
Guy Laliberté, el fundador del Circo del Sol, nunca imaginó crear una marca del alcance y el valor que hoy en día tiene su espectáculo. Él tuvo el valor de revelarse contra el mundo y perseverar en un oficio que si bien podía no ser muy lucrativo, era parte de su estilo de vida y de aquello que realmente amaba y disfrutaba hacer.
El arte callejero: El inicio de todo
Gran parte de su vida Laliberté fue un artista callejero.
Su gusto por el arte comenzó tempranamente desde el colegio y se prolongaría hasta el momento en que habría de convertirse en un reconocido empresario. Durante gran parte de la juventud, Guy transcurriría entre los escenarios urbanos tocando el acordeón y la armónica en un grupo de folk en su país así como realizando actos en solitario como los que llegó a desempeñar durante una travesía por Europa.
En cierta forma Guy siempre mantuvo una fascinación por ese tipo de arte expresado a través de los espacios más cotidianos e informales a los que se puede exponer un artista. Aun cuando a su regreso de Europa estuvo a punto de trabajar en una planta hidroeléctrica que al final no resultó debido a una huelga, Laliberté tomó la decisión de no volver a buscar trabajo y dedicarse a lo que había hecho siempre, el arte callejero.
Laliberté se asocia con algunos amigos
De la mano con sus amigos Daniel Gauthier y Gilles Ste-Croix, Laliberté empieza a trabajar en algunas ferias y eventos que ellos mismos organizaban. Sin embargo el poco presupuesto con que contaban para llevar a cabo sus diferentes iniciativas y proyectos hacía que con frecuencia se tuvieran que ingeniar la manera de conseguir los recursos necesarios para poner en funcionamiento sus ideas.
Así, y tal vez sin darse cuenta, Ste-Croix empezaría a encaminar los esfuerzos hacia una meta más grande cuando sus anhelos de crear una compañía de teatro hicieron que marchara 90 kilómetros en zancos desde la pequeña población de Baie-Saint-Paul hasta Quebec, en su afán por llamar la atención del gobierno local.
La táctica usada no pudo resultar mejor ya que al final los tres hombres pudieron obtener los recursos necesarios para crear Les Echassiers de Baie-Saint-Paul: el nombre que terminaron dando a su primera compañía teatral.
Como parte de su primer trabajo en conjunto en su gira por Quebec en el año de 1980, la labor de Les Echassiers fue buena pero no lo suficiente como para garantizar el éxito financiero y asegurar la continuidad del proyecto.
Sin embargo los jóvenes emprendedores ya habían logrado como mínimo darse a conocer y tener un mayor conocimiento del negocio a partir de su experiencia. Este conocimiento se iría perfeccionando conforme el grupo seguiría organizando las ya habituales ferias ambulantes que a menudo realizaba, hasta el punto de conseguir con ellas un moderado éxito financiero.
La reinvención del circo como espectáculo
La primera producción de lo que hoy se conoce como el Circo del Sol surgió hacia 1983 cuando nuevamente el gobierno de Quebec dona cerca de 1,5 millones de dólares canadienses para que Laliberté y sus amigos organizaran un espectáculo como parte de la conmemoración de los 450 años del descubrimiento de Canadá, el cual sería bautizado por el mismo artista como Le Grand Tour du Cirque du Soleil.
Aunque uno podría pensar que este hecho podría restar valor o quitar méritos a la labor emprendedora de Laliberté y sus amigos, la intervención de estos fue determinante no sólo para la consecución del capital sino también y por sobre todas las cosas, para hacer que el Circo del Sol fuera la gran empresa que es hoy. Cosas como que los jóvenes artistas tuvieran un rol activo a nivel social (enseñando incluso a otras personas el arte circense) y se hicieran notar continuamente de manera pública realizando diferentes eventos y ferias, les daba cierta credibilidad y reputación (lo cual es clave especialmente a la hora de recibir ayuda financiera por parte de cualquier persona o ente).
Por otra parte, el concepto desarrollado por Laliberté en compañía del artista Guy Caron de circo verdadero sería en efecto parte de la esencia y una de las claves para el éxito del espectáculo. En él, aspectos como la música en vivo, el teatro y la no inclusión de animales, entre otros, hacían del show algo único y novedoso.
Así, hubiera sido imposible que el Circo del Sol hubiese logrado prosperar y trascender a lo largo de los años en una industria que iba en declive y con altos costos asociados a la parte operativa, si no hubiera sido porque los encargados crearon todo un nuevo concepto alrededor del show que no sólo redefinió la industria del circo sino también la del espectáculo ofreciendo una experiencia única y diferente que aún hoy en día sigue causando impacto y admiración.
De esta forma el Circo del Sol no sería un espectáculo más para niños y con mínimas variaciones entre un show y otro. Además de ofrecer algo completamente distinto, también vendría a incluir dentro de su público a los adultos volviéndolo una opción de entretenimiento muy atractiva por la cual las personas estarían dispuestas a pagar un precio muy superior al de la mayoría de los circos convencionales.
Otro aspecto que también haría parte de la fórmula necesaria para el éxito del Circo del Sol como compañía sería la creación de varios shows y espectáculos para evitar saturar a la gente con una misma presentación y en cambio crear varias funciones que ayudaran a mantener despierto el interés de la gente y hacer que las personas volvieran.
Origen del nombre
El nombre Circo del Sol surge de forma muy sencilla y espontánea cuando Laliberté con motivo de un viaje que había realizado a Hawai, observa una puesta del sol. Luego viendo un diccionario de símbolos encontró que el significado del sol era juventud, dinamismo y energía. Conceptos estos que evocaban parte del espíritu que había detrás de sus espectáculos y de las personas que había detrás de ellos.
Crecimiento y expansión del negocio
Una vez se entiende la necesidad de sumar a la oferta diferentes propuestas y espectáculos, El Circo del Sol empezaría a experimentar su mayor crecimiento especialmente entre los años 90 y 2000 y a posicionarse como una marca que brinda shows y espectáculos memorables y únicos.
A partir de los 90 hasta la actualidad las diferentes presentaciones (cerca de 22 espectáculos), han hecho su aparición en los cinco continentes en cerca de 250 ciudades, generando ingresos anuales superiores a los 800 millones de dólares canadienses.
Se habla de que cerca de 44 millones de personas han asistido a los shows y que tiene más de 5000 empleados de diferentes nacionalidades.
El posicionamiento de la marca y la reputación que ha construido a lo largo de los años le ha permitido incursionar en industrias como ropa y accesorios así como examinar la posibilidad a futuro de seguir diversificándose y capitalizar nuevas oportunidades.
Hola. Excelente presentación, pero tengo una duda: es cierto que a cada presentación no va todo el elenco? Por ejemplo “OVO” en Medellín vino una pequeña parte del espectáculo??
Por lo que entiendo son grupos seleccionados para cada show en cada lugar que se presentan. No es un único elenco sino que hay muchos alrededor del mundo.
Es lógico hay presentaciones simultáneas al rededor del mundo
Un antecedente del circo del sol