¿Quiere más referidos? Sea referible


Muchos negocios desean crecer a través del voz a voz. Esperan que sus clientes los recomienden, que lleguen nuevos prospectos por referidos, que el buen trabajo hable por sí solo. Pero eso no siempre sucede. Y no porque la gente no quiera recomendar, sino porque no todos los negocios son lo suficientemente referibles.

Los referidos no son un favor, son una consecuencia

Una consecuencia de haber dejado al cliente tan satisfecho, tan impresionado, tan agradecido, que se sienta con la necesidad genuina de compartirlo. Porque cuando algo nos sorprende para bien, lo contamos. Lo compartimos con orgullo. Lo recomendamos sin que nadie nos lo pida.

Si lo básico no funciona, los referidos no llegan. Nadie va a recomendar a un profesional que apenas cumplió. Mucho menos si tuvo que estar detrás para que las cosas salieran bien. Para que alguien ponga su nombre y reputación en juego al recomendarlo, debe sentir que usted va a dejarlo bien ante la persona a quien se lo sugiere.

Ser referible es superar lo esperado

La clave está en no limitarse a cumplir. Entregar lo prometido no genera referidos. Cumplir con lo básico es lo mínimo que se espera, no un motivo para recomendar. Para que alguien lo refiera, debe ir más allá de lo evidente. Ahí es donde entran en juego los detalles que enamoran. Un gesto inesperado, una actitud extraordinaria, una experiencia memorable.

Superar las expectativas es lo que convierte un buen servicio en una historia digna de ser contada. Y esas historias son las que generan referidos.

Piense en lo que su cliente siente, no solo en lo que recibe. La experiencia del cliente no es solo el resultado final. Es cómo se sintió durante todo el proceso. ¿Fue fácil trabajar con usted? ¿Se sintió escuchado? ¿Sintió que le importaba? ¿Volvería a elegirlo con los ojos cerrados? Cada punto de contacto cuenta. Cada interacción suma o resta. Ser referible es construir una experiencia coherente, fluida y confiable desde el primer contacto hasta mucho después de la prestación del servicio o entrega del producto.

Sea fácil de recomendar

Ser referible también implica facilitarle el camino al cliente para que lo recomiende. ¿Tiene claro cuál es su diferencial? ¿Puede explicarlo en una frase sencilla? ¿Está disponible para atender nuevos clientes con agilidad? ¿Responde rápido? Si un cliente está satisfecho pero no sabe cómo recomendarlo, no lo hará. Si lo recomienda y luego usted no responde o tarda en atender, no lo volverá a hacer.

Póngaselo fácil. Ayude a sus clientes a ayudarlo. Dígales a quién le puede servir su producto o servicio. Explique cómo puede aportar valor. Demuestre que está preparado para recibir a quienes lleguen referidos.

Y en especial, mantenga viva la relación. Muchos negocios olvidan a sus clientes después de la venta. Pero los referidos muchas veces llegan tiempo después. Mantenerse presente en la mente del cliente, con pequeños recordatorios, con contenido útil o simplemente con un agradecimiento sincero, fortalece la conexión. Y una conexión fuerte genera confianza. Y la confianza, recomendación.

El primer paso para más referidos: sea referible

Si quiere más referidos, conviértase en una experiencia digna de ser contada. No basta con ser bueno, hay que ser inolvidable. No basta con cumplir, hay que impresionar. Sea tan bueno que los clientes no puedan guardárselo. Sorprenda. Sirva con excelencia. Haga que cada cliente diga con orgullo: “Tienes que conocerlo”. Ese es el verdadero camino para multiplicar su negocio con referidos intencionales.