Uno de los mayores desafíos como emprendedores es mantener el foco, enfrentando ideas y oportunidades constantes. La clave está en aprender a decir no, no solo a las propias ideas, sino también a las propuestas externas y distracciones.
Mantener una meta clara y priorizar lo esencial permite avanzar con consistencia. Este enfoque ayuda a evitar la frustración de tareas pendientes y a lograr objetivos alineados con el propósito de su negocio, fortaleciendo la capacidad de ejecución y diferenciación en el mercado.