Herbert Bayard, la primera persona en recibir el premio Pulitzer, decía: “No puedo darle una fórmula para el éxito, pero puedo darle una para el fracaso: trate de complacer a todos todo el tiempo”.
Jugar a lo seguro es hacer lo habitual para no despertar emociones radicales.
- El color gris para un auto es seguro, pero es aburrido.
- Una foto de ejecutivos sonriendo en una sala de juntas para su página web es segura, pero es irrelevante.
- Hacer las mismas promociones de descuento que sus competidores es seguro, pero no funciona.
- Usar los apellidos de los socios para el nombre de la firma de abogados es seguro, pero no sorprende.
- Enviar tarjetas de navidad a sus clientes es seguro, pero es más de lo mismo.
La mayoría de empresas juegan a lo seguro. La mayoría son invisibles.
Para quienes tienen el coraje, la recompensa de tomar una posición es volverse relevante para alguien. Ser amado por alguien. Defendido por alguien. Apoyado por alguien.
Y no se preocupe por aquellos a los que no les agrada, igual nunca iban a ser sus clientes.
Soy una empresaria que junto con mi esposo tenemos un excelente negocio, mi hija tiene un negocio adicional y me llama la atención usted como quiere servir a otros llevando esa innovación y ese emprendedurismo desde el compromiso para ofrecernos información especial para dejar de vivir desde el victimismo.
Muchas gracias Claudia por su comentario, me alegra mucho que la información sea de utilidad. Saludos!