Los clientes tienen diversas objeciones cuando de adquirir un producto se trata. Independiente del monto que represente, siempre existen barreras que pueden disuadir una compra.
En cosas tan simples como salir a cenar una noche, podrá objetar que es día de semana y mañana tiene que madrugar, que el estacionamiento del restaurante es limitado, que está lloviendo y le puede hacer daño, que no tiene con quien dejar a su hijo, entre otras cosas. Siempre tenemos obstáculos para tomar una decisión.
Las objeciones son algo habitual, por lo que es necesario pensar en todas las que puedan estar afectando o limitando la decisión de un cliente potencial.
En este ejemplo, las tiendas dentro de Magic Kingdom en Disney lo tienen muy claro.
¿No quiere encartarse con paquetes mientras recorre el parque? No se preocupe. Pregunte a cualquier funcionario sobre el servicio de cortesía para recoger los paquetes al final o que se lo envíen al hotel.
¿No tiene espacio en la maleta? No se preocupe. Existe la posibilidad de envíos. Pregunte a un funcionario para más detalles.
Es anticiparse y minimizar las objeciones. Verifique que las comunica durante el proceso de compra.