En 2011 publiqué mi primer libro, Facebook Toolbox, un proyecto que nació después de haber dejado el mundo corporativo en 2009 para dedicarme a la consultoría en marketing. Durante ese tiempo, muchas personas me recomendaban escribir un libro para construir reputación. Y aunque al principio no sabía sobre qué escribir, un consejo que leí me ayudó a enfocarme: identificar algo que conociera bastante bien y que pudiera aportar a los empresarios. El tema iba por el manejo de las páginas de Facebook como herramienta de marketing.
En ese momento, la página de Facebook de Bien Pensado estaba entre las 50 primeras de Colombia, y la verdad no era por hacer algo extraordinario, sino más porque pocos sabían cómo usar la plataforma de forma efectiva en esa época; así que decidí compartir ese conocimiento. Así nació Facebook Toolbox, un manual práctico para enseñar a las empresas a usar las páginas de Facebook como herramienta promocional, el cual incluía muchas imágenes para guiar las explicaciones paso a paso.
El libro se lanzó en 2011, pero tres meses después, Facebook cambió radicalmente su plataforma. Lo que había escrito quedó obsoleto: donde antes decía “clic aquí”, ese botón ya no existía; o el cambio de la imagen principal del home que ahora era horizontal, ya no vertical. Fue una lección dolorosa, ya que apenas unos pocos ejemplares del libro se vendieron, pero fue también una gran enseñanza. Aprendí que no se debe poner en papel algo que está online.
A pesar del fracaso comercial, Facebook Toolbox fue una gran experiencia. Me ayudó a entender que los libros deben ser lo más atemporales posible y que los fracasos muchas veces nos marcan el camino a seguir. Este libro me enseñó qué no hacer, y ha sido una de las mejores lecciones de mi carrera.
Próxima entrega: La historia detrás del libro El día que David venció a Goliat.