Blogger invitado: Ricardo Gómez de EnVivo, Colombia
No sé si sea un fenómeno internacional pero si nacional, la actitud de no ser específicos a la hora de pedir algo. A algunos les da pena pedir o se sienten mal por eso. La única manera que tenemos para obtener algo es pidiéndolo. Normalmente los latinoamericanos dejamos abiertos ciertos temas para que los cierre la interpretación del otro y esto no es ajeno al mundo de los negocios.
Hay un pasaje muy interesante en la Biblia, sin querer hablar de religión ni mucho menos, que hace hincapié en la importancia de ser específicos y directos a la hora de pedir algo. Un aparte de la Carta del Apóstol Santiago señala: “No tenéis porque no pedís. Pedís y no recibís, y esto es porque pedís mal”.
La importancia de ser específico
¿Cuántas empresas tendrían una muy buena relación con su entorno si la comunicación fuera directa y específica? y ¿cómo se beneficiaría usted si su comunicación estuviera orientada a decir específicamente lo que quiere (ser, hacer y/o tener) sin dar rodeos, sin entrar en el juego de “adivina adivinador”?
Entre más específica sea su forma de comunicarse con otros, mejores son los resultados que va obtener y entre menos le dé pie a los demás a interpretar lo que ellos quieran interpretar, diferente a lo que usted quiere que interpreten, muchísimo mejor.
A pesar de que usted haya leído la misma frase, vivido las mismas experiencias o escuchado la misma canción que la otra persona (y meta en esta bolsa a sus clientes también), su interpretación nunca será igual a la de él o ella. Por eso es bien importante que usted sea específico en formular lo que quiere para mejorar su desempeño o el de su negocio.
Alguna vez le ha pasado…
¿Que usted invita a su pareja, a un amigo(a) o a un cliente a almorzar y luego de preguntar ¿qué quieres hacer? ha escuchado la frase “lo que tú quieras”? O, ha preguntado: ¿qué quieres que pase? Y le responden: ¡Lo que sea que tenga que pasar! Al ser su pregunta tan abierta, la respuesta del otro va a ser igual de abierta.
Cuando uno responde una pregunta de manera tan abierta se atiene al resultado o a la consecuencia de la acción que se ejecute. Sin embargo, cuando usted es más específico y pregunta ¿prefieres el pantalón negro?, ¿quieres ir a comer sushi? o ¿quieres que además del colchón, tu cama tenga almohadas y cojines? y la persona dice sí o no, los resultados son totalmente diferentes.
Usted no puede formular un plan de acción, un plan estratégico o de actividades, sin tener claro qué es lo que quiere lograr y cuál es la primera acción a ejecutar.
Tampoco puede estar armando su plan de marketing o de ventas pensando en que: ¡Dios proveerá! Usted debe dar los pasos necesarios para obtener lo que quiere también. Muy bien lo dice un aparte del Evangelio de Mateo (insisto, el tema acá no es de religión sino de comunicación): “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá”.
¿Qué hacer para ser más específico y comunicarse mejor?
- Nunca deje abierto un resultado de tal manera que cualquier cosa que llegue pueda ser una opción para usted. Debe ser muy específico a la hora de preguntar y responder. Las personas que no responden directamente lo que se les está preguntando y empiezan a dar vueltas, camuflan su inseguridad o su intención de tener la razón sobre la pregunta con la respuesta no específica. Si eso le pasa, insista con preguntas hasta que quede clara la respuesta.
- Cuando usted no entienda algo siéntase tranquilo de volver a preguntar, en lugar de estar respondiendo cosas que están totalmente desorientadas con respecto a lo que se pregunta. Calle su voz interior y evite la presuposición que el tono de la pregunta le ha generado en su mente.
- Escuche muy bien. Sea específico en la comunicación con su inconsciente y defínale lo más detalladamente posible lo que usted quiere para que él se encargue de encontrar los cómos respectivos. Entre más congruente sea a la hora de planear y emitir el mensaje, mas claro y contundente será este.
- Cuando comunique, verifique que el resultado de la comunicación sea igual a su intención. De lo contrario, está comunicando mal. Concéntrese en lo que realmente quiere que pase en su vida para que no se conforme con cualquier cosa.
Ricardo Gómez es Director General de EnVivo, empresa especializada en entrenar a personas y grupos en habilidades de comunicación y empoderamiento. Músico y compositor. Formador en industrias culturales. Máster en Administración de Empresas e Ingeniero de Sistemas. Coach y Team Coach internacional certificado y experto en Programación Neurolingüística. Co-creador del Juego Improlingüístico.
Un artículo muy útil. Me recordó aquella frase de Jacques Lacan: “que se diga queda olvidado tras lo que se dice en lo que se escucha”.
QUÉ RAZÓN TIENES!!
La mayoría de las veces no tenemos lo que queremos porque no lo sabemos pedir.
Excelente aporte, concisos, claros, de muy amigable lectura. Para todos en nuestra empresa ha sido muy nutritivo para nuestra área consultora y ventas. ¡Gracias por existir!
Teresa Salas
Caracas Venezuela
Me alegra mucho Teresa! Muchos éxitos en tu trabajo!
Felicidades, muy buen artículo, muy completo, sobre todo expone de manera muy clara las desventajas de no ser específico así como los beneficios de si serlo.
Va directo a la acción.
Saludos
Saludos Alfredo!
Excelente contenido, muchas gracias por compartir!!!
Gracias a ti Marisol!
Muy buen articulo, actualmente estoy brindando conferencias, y estoy aplicando el ser especifico al contar un hecho, o dar ejemplos para aclarar ideas. Gracias, me sirvio el consejo.
Saludos, desde Argentina.
Me alegra mucho Lucas, un gran saludo!
Me ayudó poder comunicarme mejor,Saludos desde Lima.
Qué bueno Fredy, muchos saludos!