Siempre hemos dicho que la gestión comercial es un mutualismo y que se trata de ayudar a un prospecto a que mejore su situación o logre algo que desea; más no una obligación unilateral que busca solo el interés del vendedor.
De hecho, el estilo de ventas agresivo, presionador y estresante, es algo que no es bienvenido en ciertos países, como por ejemplo Singapur, donde además de ser prohibido, genera multa y/o cárcel de seis meses.
Caminando hace poco por una calle comercial en Singapur me encontré con estos letreros que me llamaron la atención: ¡No al acoso comercial! ¡Es ilegal! ¡Mantengamos las cosas civilizadas!
¿Qué es el acoso comercial? Es un intento de vender algo, generalmente mediante un enfoque directo o persistente. Es una forma de solicitud agresiva, pero si no se controla, también puede considerarse una forma de acoso.
¿Es ilegal el acoso comercial? ¡Sí! ¡El acoso comercial es ilegal en Singapur! Bajo el Código de Procedimiento Penal (Capítulo 68), es un delito arrestable. La Sección 32 de la MOA (Capítulo 184) establece que cualquier persona en una vía pública, lugar público, lugar de recreo público o vehículo en una vía pública que, en relación con cualquier comercio o negocio (ya sea que lo realice esa persona o no), de cualquier manera que cause o sea probable que cause molestia a otra persona, será culpable de un delito y será sancionada con una multa de SGD $5000 y/o hasta 6 meses de cárcel.
(SGD $5000 dólares de Singapur = USD $3800 dólares americanos; o sea, no es chiste).
¿Así o más claro que la venta se trata de servir y no de empujar? Si lo que vende genera valor, no hay necesidad de presionar desmesuradamente.