Cada vez que hablo con algún empresario sobre la posibilidad de compararse con la competencia, genera cierta incomodidad.
Es esa conducta tácita en los mercados de “hagámonos pasito” la que hace que cada marca mantenga su posición y no pueda aspirar a un participación mayor.
Pocas cosas son tan poderosas como mostrarle al consumidor las diferencias, bondades y ventajas que tiene versus sus competidores.
En muchos casos los clientes no aprecian lo que tienen hasta que conocen las otras opciones. ¿Por qué no ayudarles en este proceso de evaluación?
La razón por la que un cliente entenderá por qué comprarle a usted y no a sus competidores es cuando evidencia las diferencias. Esas razones que hacen que en algunos casos pague más por su producto o servicio.
Entonces, ¿por qué no reposicionar la competencia y contar la historia completa?
El programa de viajero frecuente LifeMiles lo hace muy bien. Si bien hay cosas en las que la competencia es mejor -y lo reconocen-, hacen consciente al usuario de gran cantidad de beneficios que de otra manera serían imperceptibles.
Aquí puede consultar el comparativo en la página de LifeMiles.
Para profundizar en el tema, puede inspirarse viendo estos interesantes ejemplos de publicidad comparativa.