¿Qué nos inspira?

EmprendimientoDavid Gómez 27 diciembre, 2019

La inmensa mayoría de negocios empiezan con un sueño, con la idea de cambiar o mejorar algo. Sin embargo, el día a día y los múltiples desafíos nos van alejando de esa inspiración original y nos agobia la rutina. Incluso hay momentos donde quisiéramos tirar la toalla y decir “no más”. Es momento de volver a conectarnos con esa causa, con ese motor diario fuente de energía inagotable.

El negocio es un medio, no un fin

¿Qué nos motiva todos los días a salir adelante?, ¿a luchar por ese sueño? ¿Qué es lo que verdaderamente inspira nuestro trabajo?, ¿qué le da sentido a las horas del día? Una empresa no es solo un negocio, es un medio para algo mucho más grande. Ningún negocio es un fin en sí mismo [Un negocio sin propósito es un negocio sin alma], es una herramienta de cambio para mejorar la vida de las personas. Una plataforma de lanzamiento para lograr un impacto en este mundo.

Eso es emprender. Crear nuevas realidades para un fin más grande, bajo nuestras propias reglas y como creemos que debe hacerse. Un negocio es mucho más que algo que genera dinero; es un agente de cambio. Sin embargo, en este viaje hay días oscuros (muy, muy, muy oscuros), donde perdemos la motivación, donde nos agotamos de luchar y queremos mandar todo al diablo.

Ahí es cuando echamos mano de la esencia: ¿qué sentido tiene lo que hago?, ¿por qué fue que me embarqué en semejante locura? Ese es el aliciente que necesitamos para no desistir de esa misión que nos hemos fijado. Pero con frecuencia se nos olvida, el día a día nos abruma y caemos otra vez en “el negocio”, olvidando “la misión” que está detrás.

Es nuestro polo a tierra

Es momento de reconectarnos con el “por qué hacemos lo que hacemos”. De agarrar ese polo a tierra y volvernos a preguntar: “¿por qué hago lo que hago?”, “¿por qué no me dedico a otra cosa y me ahorro tantos dolores de cabeza?”. Porque como emprendedores, amamos lo que hacemos. Nuestro negocio es mucho más que una fuente de ingresos; es una forma de realización personal. Es nuestro propio elixir de la eterna juventud.

Quienes amamos lo que hacemos, lo hacemos por alguna razón. Cuando nos conectamos con ese origen, el trabajo y la vida misma cobran un nuevo sentido. Deja de ser un simple negocio para convertirse en una fuente de inspiración, alegría y propósito.

Ese es uno de sus mayores diferenciales.

El poderle demostrar a la gente; no con palabras, publicidad o retórica, que lo que hace tiene una razón de ser, un algo detrás, un propósito superior que dirige sus acciones. Y es algo que los clientes no van a encontrar tan fácilmente en otros proveedores. Es su sello personal. Siéntase orgulloso y contagie a todos de su pasión por lo que hace.

Y a usted, ¿qué lo inspira?

¿Dónde está esa conexión profunda con su negocio?, ¿cómo su pasión lo aleja del resto de competidores en su sector?, ¿lo está evidenciando en cada interacción?, ¿está creando esa química con los clientes a través de ese propósito?, ¿lo están notando?, ¿se ha convertido en una razón de preferencia?