Estamos tan obnubilados por crecer que creemos que el único camino es atrayendo más clientes. De hecho, a veces pareciera que nos interesaran más los clientes que no tenemos; desconociendo que los clientes actuales son el mayor tesoro. Infortunadamente no siempre los tratamos como tal.
Por eso, trate a sus clientes como prospectos, porque eso es lo que son, son los prospectos de su competencia que está viendo como los enamora para alejarlos de usted. Así que no se confíe, retome esos detalles que enamoran. No de el amor por sentado, cultívelo todos los días.