Toda organización depende de distintas áreas para poder llevar a cabo su actividad de forma satisfactoria, y estas a su vez dependen de la coordinación y el trabajo conjunto de distintas personas para realizar de manera adecuada las funciones que a cada una le competen y lograr cumplir con unos objetivos trazados.
No obstante pese a la importancia que cobra este asunto dentro de cualquier empresa, la realidad es que crear la tan ansiada sinergia que normalmente se busca lograr puede no ser fácil, entre otras cosas porque las relaciones humanas son complejas y los conflictos entre pares y superiores pueden aparecer en cualquier momento.
Por esa razón lograr que tanto los líderes como los integrantes de los equipos sean conscientes de que siempre sobrevendrán problemas y malos entendidos, es ya de por sí un avance teniendo en cuenta que aún cuando haya un ambiente de camaradería entre las personas, esto no garantiza que eventualmente se generen roces e inconvenientes que afecten la convivencia.
Contrario a lo anterior, el intentar ocultar estas cosas y hacer como si no existieran es el origen de muchos males y algo que sólo podrá empeorar las cosas a futuro.
Teniendo en mente lo anterior y sabiendo que se pueden llegar a crear buenos equipos de trabajo (más no perfectos), tener en cuenta los siguientes aspectos pueden ayudar en su construcción:
1. Claridad en cuanto a objetivos y roles
Tener siempre los objetivos claros y los roles muy bien definidos, son dos cosas que por más simples que parezcan ayudan a que haya cohesión entre un equipo y a que todos sus integrantes remen en la misma dirección.
No obstante, pese a que lo anterior podría considerarse como un principio básico de los equipos efectivos, muchos líderes pueden caer en el error de obviar cosas como estas y con ello afectar el buen desempeño de su equipo. De ahí la importancia de estar reforzando esto de forma constante.
2. Participación activa de sus integrantes
Un buen equipo de trabajo valora y tiene en cuenta los aportes de cada uno de sus integrantes, además de fomentar entre ellos la participación. Esto quiere decir también que muchas cosas se definen por consenso (entre ellas los objetivos), y que las personas que lo conforman pueden sentirse libres de expresarse sin tener miedo a sufrir represalias de ningún tipo ni a ser señalados.
En este sentido el líder debería ser el primero en dar el ejemplo al permitir abiertamente en las reuniones de grupo dar un espacio para recibir retroalimentación por parte del equipo del cual se encuentra a cargo, abriendo al mismo tiempo el debate para que los demás integrantes puedan hacer lo mismo entre ellos.
De este modo se pueden poner en conocimiento diferentes asuntos que de otra manera sería difícil conocer, al tiempo que se logra mantener una cierta transparencia en el equipo que permita resolver y buscar soluciones rápidas a los problemas que surjan, antes que empeoren con el tiempo.
3. Diversidad
Teniendo en cuenta que resolver problemas o desarrollar nuevos proyectos exige de mucha creatividad y capacidad para innovar por parte de los equipos, asimismo el permitir que estén conformados por perfiles variados en cuanto a habilidades, experiencias a nivel laboral e incluso formas de pensar, podrá lograr en efecto que los equipos puedan analizar y ver los problemas desde otros ángulos y nutrirse de valiosas ideas que efectivamente pueden servir de insumo para generar innovaciones, además de permitir que cada uno de sus integrantes complemente sus habilidades y conocimientos con los que tienen el resto de personas.
4. Buena comunicación
Sin duda la buena comunicación es clave dentro de cualquier equipo. Esto no solo implica lograr mantener informadas a todas las personas que lo integran sobre las distintas iniciativas y actividades que se deben llevar a cabo bien sea a través de reuniones o de alguna de las muchas herramientas tecnológicas con que disponen estos hoy en día para hacerlo, sino que además requiere ser muy directos y claros a la hora de comunicar (evitando con esto dar lugar a otras interpretaciones distintas a las que queremos y generar así los famosos malos entendidos).
5. Altos niveles de motivación
Además de los incentivos económicos, cosas como que el equipo cuente con un lugar de trabajo agradable y ordenado también influyen en su motivación.
Adicionalmente el celebrar conjuntamente los logros cuando el equipo logre alcanzar los objetivos, o el llevar a cabo actividades de esparcimiento cada cierto tiempo en las que sus integrantes puedan ir con sus familias, son una buena forma de reforzar los vínculos entre cada uno de los miembros y crear un ambiente de camaradería.
En conclusión
Si bien ningún equipo está exento de experimentar problemas y sufrir inconvenientes a causa de la naturaleza compleja y conflictiva de las relaciones humanas, a través de tener en cuenta algunos aspectos como los que hemos mencionado no sólo se puede lograr que los choques entre los integrantes de un equipo de trabajo se reduzcan al mínimo (al tiempo que la productividad y efectividad de estos puede mejorar considerablemente), sino que también los conflictos se puedan resolver de forma más fácil y rápida en el momento que surjan.
Gracias
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