En una reciente visita al ortopedista para ver cómo iba la evolución de mi pie quebrado, me encontré con esta interesante herramientas de marketing en el consultorio del médico.
Después de examinarme, me pidió que para la próxima visita llevara una bota ortopédica para cambiar las muletas por dicha bota. Y la forma más fácil de orientarme en la compra fue señalarme en una especie de mini-catálogo que tenía a su lado, cuál era el producto que debía adquirir.
Obviamente lo más fácil es ir o pedir el producto a Body Supports, la empresa promotora del catálogo y los productos. ¿Para qué correr el riesgo de comprar el producto equivocado en otro lugar?
Una muy buena idea para facilitar el proceso de venta especializada, pero que igual aplica para muchas industrias.
¿Estamos ofreciendo las herramientas necesarias para que los intermediarios, referenciadores y canales de distribución en general promuevan la venta?
Me atrevería a decir que en la mayoría de los casos, no.