Cuando se trata de posicionar una marca, un producto o un beneficio diferencial, cada punto de contacto es parte de la historia. Para que un diferencial sea entendido por el cliente, no es suficiente decirlo, hay que demostrarlo de manera consistente (en el tiempo) y de manera coherente (en todos los vehículos de comunicación).
En las prendas de vestir hasta la etiqueta envía un mensaje. Mientras caminaba por el pasillo en un almacén de ropa, al pasar por el lado de unos sacos, vi con el rabillo del ojo que algo se movía. Al voltear rápidamente veo que es la etiqueta holográfica que está “explicando” de una manera muy evidente el diferencial del producto: flexibilidad. Al cambiar el ángulo en el que se ve la etiqueta, cambia la silueta de la imagen, dando la ilusión de movimiento. Coherente con el nombre que se le ha dado al producto: Ultraflex.
Cualquier herramienta con la que cuente es un potencial comunicador. Aproveche creativamente las etiquetas, los embalajes, los códigos de barras y los empaques para sorprender, para posicionar sus diferenciales. Sea que disponga o no de presupuesto para comunicación, no desaproveche los vehículos naturales con los que siempre cuenta.
¿Está sacándole el máximo provecho, “comunicacionalmente” hablando, al empaque de su producto? Y si es un servicio, ¿Cómo está lo está “tangibilizando”?