El famoso adagio “el cliente siempre tiene la razón” nos ha acompañado por mucho (demasiado) tiempo. Es una buena intención pero no refleja la realidad que a veces experimentamos con ciertos clientes. Hay circunstancias en las que una relación resulta más perjudicial que beneficiosa, lo que lleva a una decisión difícil: despedir al cliente… good bye, au revoir, arrivederci, adeus, verabschiedung, mejor dicho, que la fuerza te acompañe. La decisión está tomada, ahora veamos cómo desconectarse profesional (y emocionalmente) de un cliente que no le hace bien a su negocio.
Sepa cuándo divorciarse (no va y sea que se arrepienta después)
La decisión de poner fin a una relación comercial con un cliente nunca es fácil y de verdad creo que debe ser el último recurso, pero hay disparadores inevitables: constantes pagos atrasados, comportamiento irrespetuoso con el equipo, solicitudes desmedidas, diferencias en valores o ese típico cliente que consume muchos más recursos de los que pagaron o contrataron. Reconocer estas alertas tempranas puede evitarle muchos dolores de cabeza (especialmente financieros) y una catarsis emocional del equipo.
Prepárese para la conversación (respire profundo)
Documéntese y revise: Antes de tomar cualquier decisión, revise el historial del cliente con su empresa. Documente incidentes específicos, problemas de comunicación y el impacto financiero de estos comportamientos. Esta evidencia es crucial no sólo para su proceso interno de toma de decisiones sino también para explicar sus razones al cliente.
Tenga en cuenta aspectos legales: Consulte a sus asesores y revise cualquier obligación contractual y entienda las implicaciones de finalizar la relación. Asegúrese de cumplir con todos los términos y condiciones para evitar posibles disputas y en ciertos casos incluso multas.
¿Cómo comunicar la decisión?
Sea directo, claro y profesional: Cuando llegue el momento de comunicar su decisión, hágalo de forma amable, clara y profesional. Idealmente cara a cara, pero si no se puede, una llamada telefónica en el momento adecuado es importante.
Sea honesto pero discreto: Explique sus razones para terminar la relación de manera honesta pero discreta, sin elaborar más allá de la cuenta. Concéntrese en temas específicos y su impacto en el negocio, evitando ataques personales o lenguaje emocional que cambie el foco de la conversación.
Hágalo con antelación y brinde asistencia en la transición: Ofrezca un período de aviso razonable antes de suspender sus servicios. Si es posible, ayude al cliente en la transición a otro proveedor. Este enfoque demuestra profesionalismo y ayuda a que sigan siendo amigos.
Recomiende alternativas: De ser posible, recomiende otras empresas o profesionales que puedan ser más adecuados para satisfacer las necesidades del cliente. Este gesto muestra buena voluntad y ayuda a mantener la relación saludable y sin efectos colaterales.
Establezca límites claros: Especialmente durante la transición, defina el alcance de cualquier trabajo restante y especifique la fecha de finalización de sus servicios. Esta claridad ayuda a evitar malentendidos y garantiza una ruptura cordial.
Céntrese en aspectos constructivos: En sus comunicaciones finales, enfóquese en los comentarios positivos. Si el cliente pregunta por los motivos, enfóquelos de manera que se centren en las necesidades y objetivos de su negocio, en lugar de temas personales.
¿Qué decir exactamente en ese momento?
Terminar la relación de manera profesional y respetuosa es clave para minimizar los sentimientos heridos y preservar la reputación de su empresa.
Enfóquese en las necesidades de su negocio: “Debido a un cambio en nuestra estrategia y enfoque comercial, definimos que ya no podemos brindar el nivel de servicio que su negocio requiere”, o “A medida que nuestra empresa ha venido evolucionando, necesitamos realizar algunos cambios en nuestro enfoque de clientes para alinearnos más estrechamente con nuestro nuevo objetivo”.
Reconozca los aspectos positivos de la relación: “Valoramos mucho la oportunidad de trabajar con usted y apreciamos la confianza que ha depositado en nuestros servicios”, o “Ha sido un placer trabajar con usted y su equipo, y hemos aprendido mucho de esta relación”, “Sin embargo, de aquí en adelante…”
Ofrezca una explicación directa pero amable: “Después de una cuidadosa consideración, hemos decidido centrarnos en un conjunto diferente de servicios/clientes que se alinean más con nuestra experiencia y propuesta de valor”, o “Hemos identificado que nuestra oferta de servicios actual no se alinea del todo con sus necesidades y creemos que sería mejor atendido por una empresa especializada en su área específica”.
Ofrézcase para ayudar en la transición: “Queremos garantizar una transición sin problemas y nos comprometemos a ayudarle a encontrar un proveedor adecuado que satisfaga sus necesidades”, o “Nos complacería ofrecer recomendaciones para otros proveedores de servicios que puedan adaptarse mejor a sus necesidades específicas”.
Exprese gratitud: “Gracias por su comprensión y cooperación, de verdad apreciamos el tiempo que hemos dedicado a trabajar juntos.”, o “Apreciamos su negocio y la oportunidad de servirle, y le deseamos todo lo mejor en sus proyectos futuros”.
Sea profesional y directo, pero compasivo: “Esta decisión no se tomó a la ligera y queremos ser lo más transparentes y solidarios posible durante este proceso”, o “Por favor, comprenda que esta decisión no es de ninguna manera un reflejo de la calidad de nuestra relación sino una elección estratégica para que nuestra empresa se oriente hacia donde pretendemos ir”.
El objetivo es comunicar su mensaje de forma clara y profesional, mostrando empatía y respeto por la situación del cliente. Es importante mantener un tono positivo y centrarse en las razones comerciales detrás de la decisión, en lugar de en las deficiencias personales.
Prevea las consecuencias
Comunicación interna al equipo: Cuéntele a su equipo la decisión para asegurarse de que todos estén en sintonía. Este paso es importante para mantener la moral y proporcionar claridad sobre los valores y límites de la empresa, pero especialmente sobre la filosofía, principios y orientación de la estrategia comercial. Manda un mensaje de qué está dispuesto a negociar y qué no.
Reflexione y aprenda: Utilice esta experiencia como una oportunidad para reflexionar sobre el proceso de selección de sus clientes. Determine si hay formas de identificar mejor a sus clientes ideales y alertas para detectar de manera temprana cuáles pueden ser problemáticos en el futuro.
Manejo reputacional en la industria: Maneje su reputación tras la terminación de la relación con el cliente, especialmente por los rumores que pueden empezar a correr en el sector. Mantener una conducta profesional en todas las interacciones públicas o de la industria con respecto al cliente que del que se está divorciando hablan muy bien de su ética empresarial.
Acto de contrición: Cómo prevenir esta situación a futuro
Afine los criterios para seleccionar clientes: Mejore el proceso de prospección y adopción de clientes. Busque señales de alerta, como solicitudes demasiado tempranas de descuentos, demandas poco realistas, comportamiento irrespetuoso o antecedentes de relaciones problemáticas con proveedores de otros servicios. No es vender a cualquier costo, es vender bien.
Establezca expectativas claras: Desde el inicio de la relación con un nuevo cliente, comunique sus expectativas con claridad. Incluya términos de pago, comunicación y respeto mutuo. La idea es que al final no sea sorpresa para nadie, pues estaba hablado.
Tome el pulso continuamente: Implemente controles periódicos y solicite feedback a todos los que interactúan con el cliente. Esto puede ayudar a detectar problemas potenciales a tiempo y evitar que escale hasta el punto de disolver la relación. Es identificar conatos antes de que se desate el voraz incendio.
No eres tu, soy yo
Despedir a un cliente es una decisión difícil y una tarea que ningún empresario espera realizar. Sin embargo, en situaciones en las que la relación es perjudicial para la salud financiera y emocional de su empresa, el bienestar de los empleados o la operación en general, se convierte en un paso necesario y hasta cierto punto obligado. Manejar el proceso con profesionalismo, comunicación clara y prácticas éticas es vital. Poner fin a una relación no productiva, a veces negativa, desgastante, que drena la energía y los recursos, abre puertas a promisorios futuros y a otras relaciones más fructíferas, que se alinean mejor con los valores y objetivos de su empresa.
Desde mi experiencia, tuve que decirle no a un cliente si no a varios cuando en la empresa para la que trabajaba decidimos cerrar una línea de negocios que no estaba siendo rentable.
La clave estuvo en el acompañamiento permanente de nuestta parte para llevarlos hacia otros proveedores sin que fuera perjudicial para el cliente. Era solo un cambio de marca, no un cambio de producto.
El sentirse acompañados en todo el proceso y no quedar a la deriva hizo la diferencia.
Excelente recomendación estimada Nina, tal cual como mencionas, el acompañamiento es clave para mantener una sana relación a futuro, pues aunque un cliente deje de serlo puede convertirse en promotor o detractor dependiendo de cómo termine la relación. Un gran abrazo
Excelente artículo David, esta es un de las decisiones más difíciles de tomar pero cuando se hace de manera correcta alivia la carga económica y emocional del equipo de trabajo y mejora las finanzas de manera increíble. Ya tuve la experiencia en varias oportunidades y mejoramos el Margen en algunos casos en más de 2 puntos. Aplazar estas decisiones es un error
Increíble Carlos, mejora en dos puntos del margen es un gran logro y definitivamente aunque es duro, lo que uno se pregunta después de hacerlo es por qué no lo hizo antes. Gracias por compartirnos tu expereincia. Un abrazo
Que artículo tan impresionante, terminar una relación comercial con un cliente es un proceso que debe hacerse con todo el aplomo y profesionalismo, que la ocasión amerita, gracias por compartir tan valiosa información
Así es Claudia, es un proceso que debemos planificar con sumo cuidado. Saludos!