Aunque el concepto es interesante (un periódico con distribución exclusiva en algunos cafés de Bogotá), la ejecución hubiera podido ser mejor.
Se esfuerza más por vender la publicidad que por generar contenido de valor. La regla de oro es generar primero contenido interesante, para posteriormente monetizar las audiencias, no al revés.
Pasa con cualquier medio de comunicación, primero generación de confianza y en un segundo plano la inclusión de publicidad. Si prima la publicidad sobre el contenido se pierden las audiencias, y sin audiencias no hay negocio.