Todo trabajo, independiente del rol que desempeñemos tiene un sentido mucho más profundo del que aparentemente vemos. Representa algo muy importante para nosotros y para quienes nos rodean (más allá de la simple supervivencia económica). Este concepto está ampliamente desarrollado en el libro Yellow, con ejemplos prácticos que me inspiraron a reflexionar sobre el impacto del trabajo en nuestras vidas.
Propósito superior
¿Hay algo más gratificante que levantarse cada mañana con ganas de ir a trabajar?, ¿existe una forma de generar cohesión en el equipo para que cada uno haga las cosas porque quiere y no porque le toca? La respuesta es algo llamado el propósito superior. Explicado de una manera sencilla, es el por qué hacemos las cosas, es el significado que le damos al trabajo en nuestras vidas. Es pasar del qué al para qué.
¿Para qué tener un propósito?
Para disfrutar el trabajo.
Para que cada día tenga una razón de ser y no sea solamente algo que toca realizar. Ver el trabajo como un mal necesario es parte de nuestra idiosincrasia. Como cuando alguien le pregunta, “¿Cómo estás?”, y la clásica respuesta es, “Ahí, en la lucha”, o “Bien para no preocuparlo”.
Sin embargo, hay un camino para hacerse la vida más amable: ser conscientes del impacto de lo que hacemos en la realidad circundante. Esa consciencia es determinar el para qué hacemos nuestro trabajo.
Tres preguntas para identificar su propósito
De manera secuencial, hay tres preguntas para ir gradualmente construyendo lo que llamaremos la Pirámide de Impacto Personal. Una pirámide donde cada nivel explora un nivel de impacto de nuestro trabajo.
1) ¿Por qué lo que hago es importante para mí?
Es el significado que tiene en nuestra propia vida el trabajo que hacemos. Puede ser una motivación personal o algo relacionado con el trabajo mismo. Lo importante es que nos mueva el espíritu. Es un fuego interno que nos impulsa a seguir adelante y a avanzar. Puede lo que mueva el deseo de un futuro mejor para su familia, de conocer el mundo, de ayudar a los demás, de aprender o cualquier otra cosa. La clave es no ver solo la compensación económica como la aparente motivación. El dinero es un medio para un fin mucho más grande.
2) ¿Por qué lo que hago es importante para le empresa?
Evalúe cuál es el impacto de sus acciones en la organización. Somos parte de un gran engranaje que funciona como un reloj. Una pequeña alteración de cualquier parte del proceso por mínima que sea, puede crear un caos. Una empresa es un engranaje donde cada pieza cumple un papel fundamental. Cada rol por táctico o estratégico que sea, cumple una misión crítica. Usted es el primero que debe convencerse de que lo que hace genera mucho valor.
3) ¿Por qué lo que hago es importante para los clientes?
Cada persona en la organización, por acción u omisión, impacta la experiencia del cliente. Sea que interactúe directamente con el cliente o que apoye a un colega o cliente interno, toda acción genera una reacción. Reconocer el impacto positivo que podemos crear en los clientes a través de la gestión oportuna de cada proceso o de brindar la milla extra cuando se requiere, es lo que hace la diferencia no solo para el cliente o para nuestra empresa, sino especialmente para nosotros mismos.
¿Por qué es una pirámide?
¿Ha escuchado la expresión “empresa centrada en el cliente”? Se refiere a que el cliente es el punto de convergencia de cada pirámide individual. Si bien somos la base, al final nuestras acciones tocan al cliente.
Es un impacto secuencial:
Primer nivel de la pirámide: Yo (Usted, el colaborador)
Segundo nivel de la pirámide: Nosotros (la empresa como un todo)
Tercer nivel de la pirámide: Ellos (los clientes).
Una organización es la suma de todas sus pirámides
La “pizza” puede ser por área, por unidad de negocio o para toda la empresa. Si es un área, cada pirámide es de cada persona; si es de la empresa, la pizza es la suma de las pirámides de las áreas, que usualmente está representada en la pirámide del líder del área.
Encuentre su propósito y el de sus colaboradores para crear equipos cohesionados y con la camiseta puesta para sí mismos, para la empresa y para los clientes.