Aunque esta estrategia no es nueva, no deja de sorprender las iniciativas que usan las marcas para diferenciar un commodity.
En este caso, huevos Santa Anita ha venido promoviendo de una manera muy atractiva los personajes de la película Toy Story 3. No solo incluye una figura de obsequio, sino que invirtió tiempo y dinero en el desarrollo de un empaque diferencial que genera mucha más atractividad y relevancia en el punto de venta.
Es un muy buen ejemplo de diferenciación en productos considerados commodities como los huevos, buscando generar preferencia no por las características del producto en sí, sino por la asociación, en este caso, a un elemento promocional.
La pregunta es ¿se venderá igual el producto cuando no exista la promoción? Probablemente no. Sin embargo, para eso son las promociones, para generar prueba de producto, para incentivar consumos puntuales, y si funciona, se repetirá con innumerables iniciativas promocionales, manteniendo las ventas por encima de sus niveles habituales. Y si la ecuación es rentable (las ventas marginales absorben los costos de la promoción), ¿por qué no hacerla indefinidamente?
Piense que sería de la cajita feliz de McDonald’s sin el personaje de moda que obsequian.
Y a decir por este anuncio, esta es una estrategia consistente y permanente.
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