El mayor obstáculo para vender es uno mismo. Suena irónico, pero en muchos casos es el mismo vendedor quien más considera que está caro. Si como vendedor no está convencido del valor que genera y que efectivamente es la mejor opción, difícilmente va a convencer al cliente de eso. El cliente siente la seguridad (o inseguridad) de lo que le está ofreciendo.
Pruebe, consuma y use lo que sea que venda. Si vende educación, tome una clase, viva la experiencia. También pruebe su competencia para que compare y pueda dar fe de lo que vende. Entienda todo el proceso.
La seguridad que como vendedor necesita, se la va a dar su propio convencimiento. No hay capacitación de producto o literatura comercial que supere su propia experiencia y convicción de lo que está vendiendo. Tenga muy claro por qué su producto o servicio es la mejor opción. Entienda sus diferenciales.
Recuerde que vende mucho más que un producto. No menosprecie su propuesta de valor. Usted como vendedor es el primero que debe comprar el valor de lo que vende. Enorgullézcase de lo que vende; enorgullézcase de su propuesta de valor; enorgullézcase de su compañía, de su equipo y de su producto. El cliente lo va a notar; pero sobre todo, usted lo va a notar.
Crea en lo que vende y su cliente creerá en lo que compra.