Hay negocios que literalmente se suicidan. Violar la palabra no solo habla muy mal, sino que destroza la reputación. Y eso fue justo lo que me pasó en la celebración del grado de mi hijo.
Contratamos un mariachi con toda la ilusión para que llegara de sorpresa a nuestra celebración familiar (obviamente de temática mexicana), quienes después de múltiples excusas, nunca llegaron…
Es el tipo de negocios que de verdad se suicidan y que espero que usted nunca los tenga que contratar para que no le suceda lo mismo. Generar referidos no es fácil, pero además hacer todo lo posible para ahuyentarlos y dejar una pésima impresión, es aun peor.