La realidad indica que en la actualidad los clientes se vinculan cada vez más frecuentemente con las organizaciones a través de distintos dispositivos móviles. Con lo cual está más que claro que, en lo que refiere al marketing, hoy las empresas deben cambiar sus estrategias, para enfocarse decididamente en el segmento “mobile” y optimizar de este modo su llegada a los potenciales consumidores.
Contar con una buena página web o tener presencia activa en las redes sociales ya no es suficiente. Hoy es preciso disponer de una aplicación móvil realmente atractiva y personalizada, a fin de llegar y captar el interés de un mayor número de usuarios.
Pero claro, para que una app resulte verdaderamente exitosa, es preciso que responda a ciertas premisas básicas. En principio tiene que dar respuesta a una necesidad concreta; para lo cual, previamente, será preciso conocer al público objetivo. Y si bien iOS y Android son en la actualidad las plataformas para móviles hegemónicas, la app debe prepararse para correr en todos los sistemas operativos existentes. Es decir, convendrá que también corra sobre Windows Phone y BlackBerry. De tal suerte la empresa estará en condiciones de llegar a una base mayor de consumidores.
Ahora bien, es sabido que los usuarios de aplicaciones móviles constituyen un grupo muy singular, ya que entre otras cosas buscan una gratificación instantánea. La atención que suelen brindarle a un contenido no va más allá de los 8 segundos, o a lo sumo 10; con lo cual desarrollar productos atractivos es absolutamente central para capturar el interés de grupo de usuarios.
Y si hablamos de lograr el mayor atractivo posible para las aplicaciones que corren sobre las distintas plataformas, hay ciertas tendencias que se vienen perfilando y a las que conviene prestar mucha atención, si es que se pretende que la app sea descargada y realmente usada por muchas personas.
Las siguientes son algunas de ellas:
Utilizar colores sencillos: La tonalidad cromática tiene gran importancia a la hora de formarse la primera impresión. En este sentido, lo ideal es no usar colores estridentes; y tampoco el negro ni el blanco. Optar por el rojo y el amarillo, o incluso el verde, es lo ideal. Lo mejor, además, es utilizar solamente dos o a lo sumo tres colores, y en todo caso jugar luego con sus matices.
Efecto 3D: La multiplicación de los videojuegos 3D y el desarrollo de aparatos de TV para contenidos tridimensionales hace que también en el campo de las apps empiecen a verse estos efectos, observándose aplicaciones que ofrecen profundidad en sus imágenes. Para logarlo se recurre a la utilización de capas, sombras, texturas, degradados y trasparencias. Estos efectos deben marcarse de modo sutil, a fin de no distraer en exceso al usuario que lee.
HTML5 y CSS3: Definitivamente HTML5 se instaló como el lenguaje o la herramienta estándar que brinda el código más fácilmente legible, conjuntamente con diseños que ayudan con la correspondiente estructura de marcado. Con el lenguaje CSS3, entretanto, se consigue destacar el diseño por sí mismo, al redondear las esquinas, incluir fondos múltiples y botones animados.
Diseños específicos para touch screen: En el mercado han proliferado los teléfonos inteligentes sin teclado físico; con lo cual hoy lo indicado es diseñar aplicaciones móviles para dispositivos totalmente táctiles. Así las cosas, a la hora de concretar el diseño ya no conviene realizar menús del tipo desplegable: hay que reformular los estilos pensando en la singularidad de los entornos touch. Además hay que tener en cuenta que hoy los usuarios pueden modificar la orientación de las pantallas, pasando del modo vertical al horizontal para visualizar un determinado contenido. Esto hace que el diseño tenga que ser muy flexible, a fin de que pueda acomodarse a todos estos desafíos.
Mejor, una única página: Los estudios han determino que el 80% de los usuarios de las aplicaciones móviles no van más allá de la home page; con lo cual la tendencia es ajustar en una página la totalidad del contenido. Obviamente esta pauta presenta un desafío extra, que es lograr un equilibrio como para que el exceso de contenido no sature la pantalla.
Una vez que se ha desarrollado y lanzado la aplicación, es buena idea estudiar la retroalimentación de los usuarios, a fin de ir perfeccionándola en base a sus opiniones, eventuales críticas y señalamientos. De esta manera en las sucesivas versiones se podrán ir corrigiendo los puntos débiles y potenciando las fortalezas, logrando con esto que la app sea utilizada por un número creciente de usuarios.
Debora Slotnisky
Periodista del diario La Nación de Argentina. Especialista en marketing digital y tecnología. Ganadora del Premio Clarke, Modet & Co de Argentina al periodismo sobre divulgación científica y tecnológica. Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires y Periodista.
Muy buen artículo
Saludos Edel!