Suena obvio, pero no es tan obvio. Hay una delgada línea entre algo que a duras penas funciona y algo que deja al cliente feliz. Este es un ejemplo sencillo pero que ejemplifica visualmente hasta donde debe llegar para no comprometer la experiencia. ¿Podrían vender unas sillas adicionales? Por supuesto. ¿Es lo mejor para el cliente? Claramente no. Es su decisión hasta donde quiere llegar en el establecimiento y cumplimiento de expectativas de clientes y prospectos.
Autor
Speaker y autor de 7 libros ridículamente prácticos: Contigo hasta la muerte, Negocios Inmortales, Yellow, Detalles que Enamoran, Bueno, Bonito y Carito, El día que David venció a Goliat y Facebook Toolbox. Ha sido entrenador global de marketing y ventas con la ONG norteamericana Vital Voices. Administrador de Empresas, Especialista en Psicología del Consumidor y MBA. Colombiano modelo 1970. davidgomez.coArtículos relacionados
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