Si al cliente no le sirve, no lo venda

Filas con muy limitada visibilidad simplemente no se venden.

Suena obvio, pero no es tan obvio. Hay una delgada línea entre algo que a duras penas funciona y algo que deja al cliente feliz. Este es un ejemplo sencillo pero que ejemplifica visualmente hasta donde debe llegar para no comprometer la experiencia. ¿Podrían vender unas sillas adicionales? Por supuesto. ¿Es lo mejor para el cliente? Claramente no. Es su decisión hasta donde quiere llegar en el establecimiento y cumplimiento de expectativas de clientes y prospectos.