La pandemia ha acelerado la adopción tecnológica en muchas compañías. Desde plataformas para operar más eficientemente hasta herramientas de autogestión para los clientes y digitalización de procesos, todo contribuye a una mejor experiencia y a una evolución de la gestión comercial.
Sin embargo, infortunadamente no todos lo ven de esa manera. Algunos ven la tecnología como una amenaza a su papel de asesor, cuando realmente es todo lo contrario. Las herramientas no reemplazan al vendedor, lo complementan. Agilizan trámites, recuerdan renovaciones, brindan argumentos y facilitan la vida.
Herramientas tecnológicas que apoyan la venta
Sistemas de información: Desde plataformas para manejo de contactos hasta CRMs, el contar con información actualizada de clientes y prospectos nos permite detectar alertas tempranas, mantener el proceso comercial bajo control y no perder ninguna oportunidad por olvido o falta de seguimiento.
Aplicación móvil de la empresa: Con múltiples funcionalidades, la aplicación permite a clientes autogestionar información para una respuesta más rápida y automática.
Automatización de marketing: Estas plataformas integran diversos aspectos del proceso de venta. Desde la identificación de oportunidades con prospectos hasta el envío de propuestas, seguimiento a reuniones, manejo de correos electrónicos y registro de ventas, entre otras funcionalidades, permiten claramente identificar el flujo del negocio.
Página web: Más allá de brindar información para educar prospectos y generar confianza en clientes potenciales, la página web brinda información y trazabilidad útil para los clientes, de manera que el proceso se mantenga siempre bajo control.
Otras: Herramientas como la mensajería de texto, las redes sociales y aplicaciones de terceros juegan un papel fundamental en la administración de la relación con clientes actuales y potenciales.
Por qué la tecnología es una herramienta comercial
La tecnología facilita la gestión de ventas en varios aspectos:
Acorta ciclos de ventas: Los prospectos pueden precalificarse y autogestionar procesos, buscar información e ir avanzando en el conocimiento de nuestra solución y propuesta de valor, lo que podemos hacer por ellos y resolver inquietudes.
Acelera tiempos de respuesta: En muchos casos la información está disponible y se le puede suministrar directamente al cliente sin que tengamos que intervenir en el proceso.
Organiza la información de los clientes: Saber qué es importante para cada uno, qué han comprado antes, quiénes son las personas de contacto en la empresa del cliente, en qué parte del proceso de compra se encuentran y qué información les hemos enviado, entre otras cosas. La información organizada de la forma correcta nos ayuda a predecir ventas futuras.
Mejora la experiencia del cliente: Hay procesos que cuando son automáticos son mucho más rápidos y precisos. El cliente no tiene que esperar a que le demos una respuesta. Gracias a la tecnología el cliente puede obtener una respuesta oportuna y acceder a información que le permita tomar decisiones en tiempo real.
La tecnología le da control
Nuestro rol como asesores es administrar las herramientas y estar de cara al cliente para servirle mejor. La tecnología no reemplaza al vendedor, lo complementa y fortalece. Con herramientas a nuestro alcance prestamos un mejor servicio, hacemos mejor seguimiento y fortalecemos la relación con los clientes.
El papel de la tecnología es facilitarnos la gestión, pero a menos que hagamos las paces y entendamos el valor que esto genera, va a ser muy difícil. La tecnología nos da el control del proceso comercial y nos ayuda a diferenciarnos no solo de otras compañías, sino de otros asesores que pueden no estar aprovechándola. Úsela a su favor.
Excelente . Gracias.
Me sucede que tenemos tanta tecnología que ni se ni pordnide empezar.
Y a veces creo que dedicarle teína.oo a la tecnología me aleja de la labor comercial
Excelente artículo sobre las bondades de la tecnología, si bien todo tiene sus pros y sus contras