Cómo diseñar una rutina de marketing (y por qué debería tener una)

Rutina de marketing
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El desarrollo es fruto de la consistencia. Consistencia es hacer las cosas correctas por el tiempo suficiente para que arrojen resultados sostenibles. Y para ser consistentes necesitamos una rutina.

La diferencia entre las compañías que avanzan y aquellas que luchan todos los días por sobrevivir, está en gran medida en la capacidad de ejecución y en tener la disciplina de trabajar en las cosas correctas, de manera consistente, no a veces sí y a veces no… todos los días.

Esta disciplina son los hábitos, aquellas cosas que hacemos de manera habitual. Y la mejor forma para forjar un hábito es establecer rutinas; una manera consistente de garantizar que hace lo que debe hacer, aquellas cosas que no puede dejar al azar, a la memoria o cuando tenga tiempo.

Defina las prioridades del negocio

Enfocarse significa renunciar a algo más. Ser consciente y aceptar que no puede hacerlo todo es el primer paso hacia el camino correcto.

Las prioridades deben convertirse en hábitos y los hábitos en rutinas. Definir las cosas que no puede darse el lujo de descuidar, le ayudará a enfocarse en lo importante.

En nuestra empresa por ejemplo, las prioridades de marketing son incrementar la visibilidad frente a clientes potenciales, desarrollar las comunidades con las que interactuamos y afianzar una reputación seria y profesional que genere confianza. (Las ventas son consecuencia de loa anterior).

Por qué crear una rutina de marketing

Crear una rutina le permite enfocarse en realizar repetida y habitualmente aquellas cosas que sabe que debe hacer. Le evita empezar su día por la primera llamada que reciba o el primer email que lea.

Establecer una rutina lo pone en control de lo que debe hacer en lugar de que las urgencias le definan qué hacer. Primero la rutina, el hábito; luego el resto.

Retomando nuestro caso, para lograr mayor visibilidad y fortalecer la reputación de nuestra empresa en temas de marketing, debemos enfocarnos en ciertas herramientas que son las que hacen parte de nuestra rutina de marketing: blog, redes sociales, referidos, alianzas estratégicas, base de datos y generación de contenido.

Nuestra rutina de marketing

Este es un ejemplo de cómo luce nuestra rutina de marketing. Para que algo entre a ser parte de la rutina, debe cumplir con dos requisitos, que sea de alto impacto para el negocio y que se deba hacer de manera periódica.

Dado que no todo tiene la misma frecuencia, es útil dividir los periodos de tiempo según el tipo de actividad.

Diaria

  • Rápida revisión de suscripciones de Feedly.
  • Actualización de Facebook, Twitter y Google+, respondiendo comentarios pendientes.
  • Revisión de suscripciones/blogs/newsletters de marketing.

Semanal

  • Actualización de Linkedin y Pinterest dos veces a la semana.
  • Publicación de artículos en los blogs de Bien Pensado (Ma-Ju) y Nuggets de Mercadeo (Mi), compartirlos en redes.
  • Revisión de Google Alerts para las palabras clave que tengo programadas.
  • Viernes de seguimiento a prospectos (mails o llamadas telefónicas pendientes).

Mensual

  • Boletín electrónico (dos veces al mes).
  • Artículo de marketing para revista Gerente Pyme.
  • Conferencia virtual de marketing para Unipymes.
  • Actualización de presentaciones en Slideshare y videos en YouTube (si hay nuevo).
  • Revisión de campañas al aire (Adwords y/o Facebook ads)
  • Revisión de indicadores de redes, email y página web (suscripciones, descargas, conversiones, etc)
  • Esbozo de temas editoriales para el mes siguiente.

Trimestral

  • Actualización del kit de marketing y contenido de la página web (diferente al blog).
  • Evento de relaciones públicas (conferencia o participación).
  • Actualización de testimoniales.

Semestral

  • Evaluar una alianza estratégica.
  • Desarrollar un libro electrónico.
  • Retroalimentación de clientes.

Anual

  • Revisión de portafolio de productos/servicios.
  • Balance de la estrategia general del negocio/metas año siguiente.

Mantenga su rutina actualizada, siempre en línea con las metas de su negocio.

La consistente dedicación a trabajar en las cosas correctas hace la diferencia entre la intención y la acción.