Dos preguntas antes de lanzarse: 1) ¿Es técnicamente viable y tiene los recursos?, 2) ¿Hay mercado suficiente para que sea negocio?
Dentro de las iniciativas de las organizaciones, un frecuente desafío es la necesidad de diversificarse para no depender de una linea o un producto en particular. La idea es empezar disminuir el impacto de una linea que probablemente dejó de crecer o ve amenazada su rentabilidad por el ingreso de nuevos competidores a más bajo precio.
Sin embargo, el tener múltiples alternativas puede llevar a la compañía a la encrucijada de tener que decidir entre varias opciones de crecimiento. ¿Por dónde empezar? ¿a qué idea le invertimos recursos? ¿cómo podemos saber si tendremos éxito? En ciertos casos, el desarrollar un nuevo mercado o una nueva linea de negocio puede requerir grandes inversiones, por lo que una elección equivocada puede afectar profundamente la empresa.
Aunque seguramente desarrollará un análisis pormenorizado y varios debates con sus colaboradores, hay dos aspectos que debe preguntarse por encima de todo, para identificar la viabilidad de una nueva oportunidad de negocio (y esto aplica para compañías con ideas nacientes):
1. ¿Cuenta su compañía con los recursos necesarios y los medios técnicos para hacerla realidad?
En otras palabras, evalúe si tiene la infraestructura necesaria, los canales de distribución, el músculo financiero, la estructura comercial, la capacidad técnica y las herramientas para desarrollarlo.
Una cosa es querer y la otra es poder. Está bien ser ambicioso y querer crecer, pero debe ser un proceso razonable y ser evaluado de manera seria y responsable, no puede basarse solo en corazonadas o apasionamiento. El impacto en la organización puede ser muy alto.
2. ¿Hay un mercado potencial suficiente para que sea rentable siquiera iniciar el proceso?
Si no hay mercado no hay negocio. Puede ser una extraordinaria idea, un gran producto, pero si simplemente no hay suficientes personas interesadas, no será rentable. O aun si existe mercado, pero éste está adecuadamente atendido por los oferentes actuales, no hay muchas oportunidades de éxito.
Hay mercado si hay oportunidad de resolver algo mejor que los competidores actuales. Si por el contrario, si el mercado lo está resolviendo satisfactoriamente con productos o servicios sustitutos (así usted no esté de acuerdo), será muy difícil que llegue a ser rentable.
Por muy atractiva que resulte una idea, primero tiene que valorar la factibilidad de inversión y el retorno sobre la misma en el corto plazo. Menos emocionalidad y más practicidad. Ciertos experimentos pueden costar demasiado para su compañía.
Como siempre muy bien pensado… estoy de acuerdo en que la evaluación de un nuevo negocio debe ser financiera y no emocional.
La evaluación como bien se dice en este texto debe comenzar con el mercado, si no hay clientes no hay nada, y si se pueden atender sus necesidades.
“Menos emocionalidad y más practicidad.” Muy bien.
Así es Juan David, siempre buscar algún argumento de diferenciación. Saludos!