La música tiene grandes lecciones para enseñarnos. Desde los grandes directores de orquesta hasta las espontáneas jam sessions del jazz, existen grandes analogías entre la forma como funcionan los ensambles musicales y como las organizaciones desarrollan el talento de sus equipos. Por eso la música propone una poderosa forma de liderazgo que podemos adoptar. Para conocer más a fondo del tema, entrevistamos a Ricardo Gómez Garzón, autor del libro Musiconomía, para que nos contara más al respecto.
Algunos apartes de la entrevista:
¿Por qué la música es analogía para los organizaciones?
La música se compone de notas, pentagramas y la hacen los músicos. La empresa sigue un plan estratégico, una visión y tiene unas tácticas. La forma como se relacionan es igual desde la dinámica humana. Los músicos escuchan para generar valor, interactuar. Existe empatía, reciprocidad y sensatez a la hora de hacer música. No hay peleas de egos, cada cual en lo suyo.
¿Por qué le cuesta tanto a las organizaciones aceptar las emociones?
Las empresas se volcaron más a que la marca hable y no las personas. El problema empieza desde que las empresas nos volvimos personas jurídicas, no hay alma ni sentimiento. Creemos que no debemos emocionarnos. Se aplica la imposición del liderazgo y una autoridad jerárquica.
¿Qué aprendemos de los músicos en términos de liderazgo?
Como líder, ¿cómo haces para que la gente suene como debe sonar, sin que emitas sonido alguno? eso es justamente lo que hace un director. Todos los músicos aceptan la propuesta y construyen. Lo importante es la música y no el quién. El instrumento no es el que hace la música sino la gente que lo toca.
Empoderar es compartir el poder, ¿por qué es tan difícil?
Porque es mas fácil delegar y dar una orden, pues mantiene el control y la supervisión. Empoderar se confunde con delegar. Empoderar es apoyar y respaldar las decisiones, aunque no siempre salga bien. Ese es el costo de empoderar. Sin embargo, no todo el mundo es empoderable.
¿Cómo retroalimentar de la manera correcta?
Se requiere primero un alto nivel de paciencia. La persona que tienes es la mejor persona que tienes, para ese momento y esa situación. Es conversar en función de las emociones y los talentos. Usualmente retroalimentamos en función no de las emociones, sino de la tarea y del “para qué le pago”. Debe ser para hacerle aprender a la gente.
Acerca de Ricardo Gómez
Autor de Musiconomía: Cómo gestionar el talento humano a través de la música. Director General de EnVivo, empresa especializada en entrenar a personas y grupos en habilidades de comunicación y empoderamiento. Músico y compositor. Formador en industrias culturales. Máster en Administración de Empresas e Ingeniero de Sistemas. Coach y Team Coach internacional certificado y experto en Programación Neurolingüística. Co-creador del Juego Improlingüístico.