Conozca más estrategias para vender de manera rentable en tiempos difíciles en el libro Negocios Inmortales.
En épocas de recesión, con las economías golpeadas y los bolsillos de muchas familias en cuidados intensivos, la presión sobre los precios es algo que pone en jaque a muchos negocios.
Acudiendo a descuentos y promociones como la alternativa habitual, se puede estar destrozando la rentabilidad bajo la premisa de “adaptarse a las necesidades del mercado”. Algo muy peligroso. Es posible ofrecer una opción más accesible cuidando la rentabilidad: adelgace su producto.
¿Qué significa adelgazar el producto?
Es quitarle aspectos que pueden no ser tan críticos para todos los clientes. Aquellas cosas que aunque son beneficios, no todos valoran y que su eliminación ayudaría a disminuir el precio de venta final.
No es bajar el precio del producto regular sino ofrecer una versión más sencilla, sin tantas funcionalidades o con aspectos más básicos. Es el principio que se da por ejemplo en los automóviles. Usualmente de una misma linea hay dos o tres versiones, dependiendo de qué aditamentos extra se van agregando.
La versión premium de su producto sería el vehículo “con todos los juguetes”: transmisión automática, tracción 4×4, sensores traseros y delanteros con cámara, eleva vidrios eléctrico en las cuatro puertas, control de temperatura independiente, sistema de audio premium, entre muchas otras cosas.
Una versión “adelgazada” de ese mismo producto tendría transmisión mecánica en vez de automática; tracción 4×2; sensores solo en la parte trasera, eleva vidrios automático solo en la puerta del conductor; una única temperatura; sistema de audio básico; etc.
Ese es el mismo principio en su negocio. Ofrezca alternativas más económicas que a usted también le cuesten menos para cuidar el margen.
Sirva al mercado protegiendo su rentabilidad
Al adelgazar su producto o servicio no solo está reconociendo las necesidades que algunos de sus clientes pueden tener, sino que abre otras posibilidades de negocio. Todo, protegiendo la utilidad del negocio, porque recuerde: ventas es vanidad, utilidad es sanidad, caja es realidad.
Conozca más estrategias para vender de manera rentable en tiempos difíciles en el libro Negocios Inmortales.
Excelente consejo
😉
Si, de acuerdo!
Eso hemos hecho en nuestra agencia y ha funcionado, ofrecemos productos más básicos, pero con la misma calidad, que estén al alcance de otro tipo de cliente.
Buena estrategia Daniel.
En algunos casos es difícil hacer esto, hay productos o servicios, por ejemplo en el área de la salud que no lo permite, pero igual, esta muy interesante el artículo.
Lo importante es evaluar otras alternativas, puede que no en el servicio básico, pero si en los periféricos. Limitar su alcance sin comprometer resultados.
Es muy buena la opción, nomas tomar en cuenta la necesidad del cliente. Porque en la mayoria de los casos no se requiere bajar el precio, siempre hay algo mas que podemos hacer.
Así es Andrés, tenemos alternativas para cumplir con las expectativas del cliente sin afectar la rentabilidad.
Que tema tan interesante
🙂
Es gimnasia financiera. O cuidas la caja, ingresos reales, o te botas al abismo sin paracaídas, ventas, vender por vender. El peligro de la inercia económica, tentación prevalente en tiempos de dificultad extrema.
Gracias, David. Directo al cráneo. El rigor de la supervivencia pone a prueba la exhaustiva capacidad de no retroceder en la construcción de la economía del valor.
Así es estimado Humberto, proteger la rentabilidad y prosperidad del negocio es bueno para todos, especialmente para los clientes al contar con un proveedor estable y responsable. Saludos!
Me ha gustado mucho, sobre todo la parte que el fuego queman el piano. Marion Derron Maggi
Estoy muy de acuerdo con lo que dices, pero también es una opción de no bajar el precio el darle un valor añadido a tus productos que los haga únicos, si se puede, de la competencia. Muchas gracias.
Así es, la diferenciación justifica el precio.