Recomendaciones para emprendedores que vienen del mundo corporativo

Recomendaciones para emprendedores que vienen del mundo corporativo

Siempre en algún momento de nuestra vida profesional como empleados, consideramos la opción de independizarnos. En ocasiones como una alternativa para perseguir un sueño, y en otras, por una mezcla de necesidad y oportunidad. Lo viví en el 2009 cuando perdí mi empleo. Mientras buscaba trabajo me rondaba la idea de empezar algo propio. Una idea que entre más tiempo tomaba la búsqueda, más se fortalecía. Luego ya no hubo vuelta atrás. Seguí por el camino del emprendimiento.

Sin embargo y aunque es algo maravilloso, especialmente al comienzo fue bastante difícil. En gran parte porque las competencias que traía como empleado del mundo corporativo, diferían sustancialmente de aquellas que requería para diseñar y manejar mi propia empresa. En particular el primer año de la transición de empleado a emprendedor plantea grandes desafíos, la mayoría de ellos, relacionados con el apego al mundo anterior y el desconocimiento del nuevo. Implica desprenderse de muchas creencias y aprender otras habilidades.

10 recomendaciones para la transición

Después de quince años en el mundo corporativo y once más como empresario, estas son las lecciones que he aprendido. Recomendaciones que pueden serle de utilidad si está pensando en dar el salto.

1. Olvídese del cargo y bájese del ego

Como profesionales somos lo que representamos como personas trabajadoras, creativas y que se esfuerzan por servir a los demás, no por la marca que llevamos impresa en la tarjeta de presentación. El primer cambio que hay que hacer es mental. Aceptar la nueva realidad y entender que su valía está adentro, no afuera.

Nunca está de más una buena dosis de humildad. Como emprendedor, ahora es un mortal como cualquiera, con sus dificultades y virtudes, y entre más rápido lo acepte, mejor. Ahora la marca que representa es su nombre y apellido. Posiciónelo como corresponde. Con frecuencia escucho emprendedores que después de uno o dos años con su negocio, siguen haciendo alusión a la compañía en la cual trabajaron por equis años, como una forma de validación frente a clientes y colegas. Siéntase orgulloso de lo que es ahora y de lo que está construyendo.

2. Sea más táctico y menos estratégico

Con esto no me refiero a que lo estratégico no sea importante, por supuesto que lo es. Sin embargo, cuando venimos del mundo corporativo tendemos a planear en exceso. Más oficina que calle. Dedicamos largas jornadas a armar el modelo y tratamos de definir hasta el más mínimo detalle de algo que en realidad no sabemos qué camino va a tomar. Que el trabajo estratégico tenga lo esencial, pero no trate de resolver todo el primer día. Tenga claro lo que va a vender, su propuesta de valor, sus diferenciales, el perfil de clientes que pretende atraer y otros aspectos básicos.

Una vez definido lo anterior, el siguiente paso es ejecutar, ejecutar y ejecutar. Probar, probar y probar. Hablar con clientes y prospectos una y otra vez. Visitar el mercado, escuchar y entender la reacción de la gente frente a su producto, leer los movimientos de la competencia e ir validando poco a poco si lo que supuso desde el comienzo sigue siendo válido o debe darle un giro.

3. Rodéese de emprendedores

Mientras trabajamos como empleados, gran parte de nuestra red de contactos son otras personas del mundo corporativo. Ahora es momento de hablar y compartir con emprendedores y personas que ya han pasado o están pasando por su misma situación. Aprenda de sus experiencias, de sus éxitos y fracasos.

En mi caso, cuando empecé la empresa, mi hermano ya llevaba varios años como emprendedor. Su apoyo y orientación fue (y sigue siendo) fundamental para saber en qué me debía enfocar. Desde temas contables, tributarios y legales, hasta recomendaciones de oficina, contratación de personal y manejos financieros.

4. Trate de empezar en simultánea

Aunque por supuesto esto no siempre es posible, si tiene la oportunidad, vaya avanzando mientras está empleado. La principal razón es flujo de caja, además de darle salud mental y cierta tranquilidad para asumir algunos riesgos en preparación para la transición.

Muchas personas no dedican el suficiente esfuerzo para adelantar en su emprendimiento, básicamente por la carga laboral con el empleo actual. Y por supuesto no estoy insinuando que descuide su trabajo o no de su máximo potencial para su organización. A lo que me refiero es que aproveche cualquier momento o espacio, así sea muy tarde en la noche o de madrugada, para avanzar. Si lo que debe hacer para preparar su emprendimiento requiere obligatoriamente presencia física, apóyese en alguien más para estas tareas. El punto de fondo es que cualquier cosa que avance antes de lanzarse será tiempo ganado y valiosos recursos para el desarrollo del proyecto.

5. Prepárese para la frugalidad

Tiene que ver con el ritmo de vida y el nivel de gastos. Aunque por supuesto hay cosas y compromisos adquiridos previamente que debe mantener, prepárese mentalmente para una vida más sencilla. No tiene necesariamente que implicar grandes privaciones, pero sí muy probablemente una redefinición de prioridades y unos niveles diferentes de gastos, de acuerdo a su posición actual.

Sobra decirlo, pero la caja es sagrada. Cuide cada centavo. Invierta estratégicamente en lo que le genere más valor. Ahora es momento de apoyar “activos” para el emprendimiento que puedan generarle réditos en el futuro. Esto incluye aspectos de infraestructura, tecnología, herramientas, plataformas y todo lo que soporte sus diferenciales y que no pueda ser tercerizado. Fortalezca el negocio, los gustos vendrán más adelante.

6. Tenga claro su diferencial

Que le apasione un tema o haya hecho algo durante mucho tiempo, no representa necesariamente un diferencial. Aquí hablamos más de la viabilidad de su producto o servicio en el mercado, y esto tiene que ver con qué va a resolver distinto de lo que ya existe.

¿Por qué los clientes deberían preferirlo frente a otras opciones? Antes que usted llegue con su propuesta, ya la gente lo ha resuelto a su manera. ¿Por qué deberían prestarle atención? Cuando se diferencia, le está dando una razón a sus clientes para comprarle. De lo contrario terminará inevitablemente compitiendo por precio. Diferenciarse le evitará tener que depender de descuentos y “regalar” su trabajo. La presión de dinero lo puede llevar a ceder más de la cuenta en las negociaciones.

7. Obsesiónese por vender

Independiente del área en la que haya trabajado o de la experiencia previa que tenga, su misión principal de aquí en adelante se llama vender. No importa si viene del área técnica, contabilidad, operaciones, gestión humana, logística o lo que sea. Ahora es el líder del área comercial.

Y no es que el resto de tareas en su negocio no sean importantes, claro que lo son. El punto es que si no hay ventas, difícilmente el resto de la compañía sobrevivirá. Si no hay ingresos, no hay nada. A partir de ahora las ventas deben ser su fuerte. Así en un futuro piense delegar esa función, desempeñar la gestión de ventas no sólo traerá dinero al negocio, sino que le permitirá tomar el pulso del mercado de primera mano. Esto no lo puede ni debe delegar.

Si su percepción de que “las ventas no son lo mío” ha rondado por su cabeza, no se preocupe. Es normal. Especialmente porque se han asociado las ventas a algo ajeno a ciertas profesiones. Sin embargo y para su tranquilidad, vender es servir, ayudar a otras personas. Si lo ve así, le será más fácil abordarlo y sentirse cómodo vendiendo.

8. Fortalezca su red de contactos

Como parte del mundo corporativo seguramente conoce muchas personas en diferentes áreas, sectores y roles que pueden ser buenos aliados a futuro con su emprendimiento. Piense en personas que pudieran apoyarlo en la estructuración de canales de distribución, la identificación de proveedores, pertenecer a agremiaciones, amigos de la causa o incluso socios que pudieran participar de su iniciativa.

9. Sepa cuándo cambiar de proyecto

Es normal enamorarse perdidamente del emprendimiento. Amor por la causa y el ideal de lo que representa ese sueño en su vida. Sin embargo, ese amor no puede enceguecerlo y llevarlo a postergar lo inevitable: que el proyecto no vaya por buen camino. Esto no significa que no pueda seguir intentándolo, el punto es que debe hacerlo con otro proyecto. Recuerde que fracasar en un emprendimiento no significa fracasar como emprendedor.

Tendrá muchas oportunidades, pero entre más rápido haga el giro, mas rápido avanzará. En mi caso, Bien Pensado, fue mi tercer intento de negocio después de seis meses de haberme independizado. Primero exploré elementos promocionales, luego producción de eventos, hasta que finalmente me enfoqué en lo que hago hoy en día. Los giros y ajustes son normales, pero debe ser consciente de ellos para no ignorarlos. Tome el pulso continuamente.

10. Involucre a su familia

Emprender no es un proceso individual, así sea usted el único en el frente de batalla. Es un proyecto de vida que involucra directamente a su familia. Contar con su apoyo es fundamental para avanzar, especialmente por la presión emocional que significa y las dificultades que encontrará en el camino.

Manténgalos al tanto, escuche sus comentarios y reconozca sus sentimientos. Involucrarlos en el proceso los prepara para el nuevo camino. Será más entendible cuando lo vean trabajando largas jornadas y tenga ciertas limitaciones económicas. Aunque habrá días buenos y otros no tan buenos, mantenga siempre en alto el espíritu, piense en ese propósito superior que lo inspira a seguir adelante.

Un nuevo camino

Emprender es una de las aventuras más apasionantes que pueda experimentar. Con sus altibajos, alegrías y dificultades, brinda la oportunidad de construir su propio camino.

Siempre es un buen momento para emprender. La historia esta llena de ejemplos de innovación en medio de la crisis. Siempre las condiciones están dadas para aquellos que se diferencian y se esfuerzan por desafiar el statu quo.