5 claves para motivar a su equipo

Hoy en día mucho se habla de este tema en distintos lenguajes: las organizaciones felices aprenden más; el líder empático; la pasión por lo que haces; etc; etc; etc. Para mí todas están confluyendo al mismo tema de que hoy es primero el ser y luego el hacer y aun cuando esto suena fácil, llevarlo a la práctica requiere mucha destreza y liderazgo, acá 5 claves que la experiencia me ha enseñado, pueden hacer la diferencia:

  1. El YO S.A.

Mi padre fue un exitoso hombre en la industria farmacéutica de Colombia y le dedicó a ese negocio más de 40 años de su vida. En su etapa cómo consultor, hace ya unos 25 años, hablaba del YO S.A. (en Colombia S.A. significa Sociedad Anónima) para referirse a que cada uno de nosotros como seres humanos trabajamos por lo que nos mueve y las empresas son un vehículo para cumplir nuestros sueños: alcanzando las metas de la organización, logro mis objetivos, así todos ganan. Pero para lograr este balance, los jefes juegan un papel muy importante al tener que responsabilizarse por conocer, entender y apoyar estos sueños, así que implica involucrarse a fondo con cada uno de los seres humanos de su equipo.

2. Competencia y motivación

El gerente estratégico de ventas o en general de cualquier área (aplica para todos) debe garantizar que su equipo es competente en lo que debe desarrollar, es decir, que el entrenamiento, formación y desarrollo técnico de su grupo depende de él. Esto no significa que entonces ahora deba desarrollar los cursos de capacitación y dictarlos, significa que debe conocerlos, estar alineado con ellos y entender las necesidades de cada uno para poder servir de coach con quien lo requiera. Esto lo que logra es crear adherencia y empieza a incentivar la motivación. Para la motivación, además va a requerir que su comunicación eleve la moral del equipo, es decir que sea un líder inspirador, y para esto, basta hacerlo con el ejemplo; cómo solía decir Napoleón: “La moral es la responsable de las ¾ partes de una victoria en el campo de batalla” Atendiendo estos dos elementos, usted, como gerente estratégico de ventas va a mejorar en su equipo: desempeño, destreza y productividad, asegurando un incremento en las ganancias.

3. Satisfacción personal

Volvemos a primero el ser y luego el hacer. Cuando permitimos a nuestro equipo expresarse, tomamos en consideración sus iniciativas y creatividad; creamos un ambiente de confianza que incrementa el deseo de pertenencia y aporte. Usted, como gerente estratégico, debe fomentar esto, ese liderazgo de antaño a punta de ordenes y comandos hace rato no funciona, estamos frente a una generación ávida de participación y reconocimiento, no es que sean inestables, es que no encuentran razones para quedarse, usted tiene que dárselas o por lo menos ayudarlos a encontrarlas.

4. Habilidades interpersonales desarrolladas

Esto surge de la disciplina de escuchar cuidadosamente, con empatía, una preocupación genuina por el otro y sus relaciones (familia, clientes, amigos, compañeros) sé que suena a mucho trabajo, pero créame, no hay mejor camino. Así usted podrá orientar mejor a su equipo, podrá dar guía y dirección equitativa y aplicable, sin emitir juicios. En este entorno, los acuerdos y decisiones importantes se formulan mutuamente, la relación se nutre dentro de un ambiente de respeto mutuo. Esto puede sonar psicológico o poético pero la verdad es que aplicarlo, realmente produce cambios importantes en el comportamiento que benefician la individuo, a la organización y al equipo. Como dice mi gran mentor Carlos Valencia “hágalo y verá”

5. Sintonía y Respuesta

Finalmente llegamos a la comunicación. Como podrá haberlo deducido, mucho de esto se reduce a tener una comunicación personal con cada individuo, es decir, usted debe desarrollar esa habilidad para entender qué mueve a quién y cuáles son los disparadores de la comunicación que hacen que el otro realmente entienda su mensaje. Recuerde siempre, el mensaje depende del emisor, no del receptor. Preocúpese por entenderlo y desarrollarlo. Aliente a su equipo a “abrirse” con usted, reciba su apertura con buena fe, demuestre que usted está allí para respaldarlo.