La esencia de los detalles que enamoran radica en la personalización, para lo cual es necesario conocer qué es importante para cada uno. Identificar las preferencias personales de sus clientes puede ser un gran diferencial: qué hobbies tiene, cuál es su equipo de fútbol favorito, qué deporte practica, qué tipo de libros lee, a dónde le gusta irse de vacaciones y hasta qué causas apoya.
Entre más información tenga del cliente, más oportunidades de sorprenderlo con un pequeño detalle afín a sus gustos o con conversaciones significativas y no genéricas. Si atiende miles de clientes, identifique segmentos con marcadas preferencias. La clave está en no tratar a todos los clientes por igual sino reconocer las particularidades.
Comparto todo lo publicado. Los clientes dirán: piensan en mí y eso los hace felices.
Así es Patricia.