Cuando pensamos en ejemplos de servicio sorprendente, seguramente una notaría no es el tipo de entidad que primero se nos viene a la cabeza. Con trámites de obligatorio cumplimiento, atienden un mercado cautivo de clientes para autenticar, escriturar y hacer declaraciones de todo tipo. Parecería entonces que no hay mucha necesidad de subir los estándares.
No obstante, Néstor Gil Rojas, el notario 26 de la ciudad de Medellín se dio a la tarea de prestar un servicio como nunca antes los ciudadanos lo habían experimentado. Para empezar, la notaría está ubicada en un edificio comercial que cuenta con gran disponibilidad de parqueaderos. Una vez ingresa a la notaría, lo sorprende una sensación de amplitud dada por la presencia de vidrios que reemplazan las paredes a lo largo y ancho del lugar. Cuenta con varias salas tipo lounge para sentarse cómodamente, leer el periódico del día, conectarse a la red propia de WiFi o ver algún canal de televisión por cable en alta definición. El proceso empieza seleccionando en una pantalla táctil el tipo de trámite que va a realizar, obteniendo el turno correspondiente; el cual se despliega en las múltiples pantallas del lugar.
Una vez llega su turno, se acerca al correspondiente mostrador donde lo recibe una amable funcionaria. Por ejemplo para solicitar una autorización de salida del país de sus hijos, no debe llevar formatos previamente impresos ni nada por el estilo. Durante su turno, la persona que lo atiende va diligenciando directamente los datos en el computador y a través de firma digital y reconocimiento de huella, el documento queda listo para la firma del notario.
Y aquí viene lo que más me sorprendió. Una vez su documento está listo, se lo devuelven para que se dirija directamente a la oficina del notario, quien lo atiende personalmente. Después de saludarlo amablemente e invitarlo a sentarse, le firma el documento y se despide.
Una experiencia completamente diferente de lo que significa hacer una diligencia en una notaría. Después de vivir esta experiencia, difícilmente pensará en otra opción. Un buen ejemplo que demuestra que todo es diferenciable, incluso el servicio de las notarías.