Las ventas no son lo mío

Las ventas no son lo mío

Cuando comencé mi carrera profesional hace un poco más de 30 años, consideraba que no era bueno para vender. Inicialmente creía que el prototipo del vendedor era como el personaje que trabaja en cierta zona comercial de la ciudad que decía en un tono de voz particular: “Zapatico para dama, niño, caballero, que tallita le busco, bien pueda siga, pregunte por lo que no vea mi reina; si de largo le queda de ancho le cede”. No era mi estilo y no me sentía cómodo, por lo que pensaba que no encajaba con el mundo de las ventas.

Con el tiempo entendí que, si uno genera valor al cliente, la venta se da en cualquier momento. También entendí que la venta es ayudar a los clientes a tomar decisiones, a superar un desafío, a lograr un anhelo. Viéndolo de este modo puedo decir que las ventas sí son lo mío. Y precisamente esa fue la inspiración para escribir el libro Contigo hasta la muerte. Para quienes consideran que las ventas no son lo suyo, ¡bienvenido al club! No importa cuál sea la forma, el método o sistema de ventas que implemente, siempre la consigna debe ser ayudar a los clientes a estar mejor.

Los mejores vendedores no se consideran vendedores. Son personas muy bien entrenadas, capacitadas y preparadas que saben exactamente lo que el cliente necesita y lo que puede ser mejor para ellos. Incluso saben cuándo decir “No soy lo mejor para usted, pero le recomiendo a alguien”.

La venta es el acompañamiento permanente de la decisión del cliente. Siéntase cómodo vendiendo lo que le apasiona. Bienvenido a Contigo hasta la muerte, el arte de cultivar clientes de por vida.