Montar una pizzería con el mismo discurso gastado de “prueba nuestros deliciosos sabores”, “los martes tienes el 20% de descuento” o “ven con tus amigos a disfrutar de una experiencia diferente”, está destinada a fracasar.
Los mercados están saturados de todo tipo de negocios que abren y cierran todos los días. La alta tasa de mortalidad de emprendimientos se debe a que son más de lo mismo, no ofrecen nada distinto a lo que existe, por lo que terminan compitiendo por precio y al no tener aún una base de clientes estables que genere un flujo de caja mínimo para cubrir costos de operación, rápidamente desaparecen.
Por otro lado, competir con un argumento que dé de qué hablar, que tenga una historia y que sea percibido diferente, incrementa sustancialmente las posibilidades de éxito de un nuevo negocio. Y los diferenciales no son necesariamente esas cosas extraordinarias que revolucionan las industrias, en muchos casos es simplemente presentar las cosas de manera diferente.
Y este es el caso de dos empresas que han optado por este camino para tratar de sobresalir en un mercado saturado de commodities y de “más de lo mismo”, que sólo genera indiferencia del consumidor y presión a la baja de precios.
Podría pensar que vender pizza en cono o waffle en palito no es una innovación radical, y es cierto.
Los diferenciales para que sean efectivos no tienen que ser innovaciones radicales, sólo deben ser percibidos diferentes y atraer la atención de los clientes potenciales. Pequeños cambios como la forma de presentar el producto puede hacer toda la diferencia que necesita.
La cadena de franquicias de pizza en cono LQF se enfocó en ofrecer la pizza de manera diferente para consumo tipo snack, entrando a competir con las porciones individuales que venden los competidores para consumo al paso.
Algo similar es el caso de Waffles del Mundo en Buenos Aires, que ofrece el waffle tradicional pero en un palito, estimulando una nueva ocasión de consumo.
Eso es todo, presentar lo mismo de manera diferente, funciona mejor que montar una pizzería más o una wafflería más.
Hola David, cordial saludo. Gracias por los artículos “Diferenciadores” acerca de productos y servicios q existen en el mercado Latinoamericano y su manera de publicitarlos en su respectivo entorno. Aplaudo las estrategias diferenciadoras de publicidad q implementan algunas compañías y que ustedes muy amablemente reproducen y enfilan a los lectores a comprenderlas de la mejor manera.
Personalmente tuve la experiencia de emprender, hace 8 años, un negocio muy similar a los Wafles en Palito… Crepilotes, Crepes en Palito… Producto que dió mucho de qué hablar por su presentación, calidad, sabor y precio en dos centros comerciales de la ciudad. Un negocio sencillo, práctico y que sin ningún tipo de publicidad se dió a conocer en el mercado por el voz a voz.
Desafortunadamente se cerró el negocio por diversos factores: la falta de músculo financiero para sostenerse en el medio y poder pagar los altos costos de administración de los centros comerciales. Los intereses particulares de ciertas empresas grandes en el sector de snacks y comidas de paso que hacen lobby a quienes tiene poder de decisión en los centros comerciales para cambiar las reglas de juego y, la falta de compromiso y apoyo de estos a los emprendedores, además del incumplimiento permanente de los contratos.
Quisimos hacer algo diferente en el mercado y pienso que lo logramos por algún tiempo. Nos queda esa satisfacción y la experiencia de haber sido emprendedores diferenciadores en un mercado exigente y competitivo.
Hoy en día el negocio continúa a nivel de eventos, fiestas, seminarios, cumpleaños, etc. (Cali, Colombia)