En una categoría hiper-competida como las máquinas de afeitar, los diferenciales e innovaciones tecnológicas no están a la vuelta de la esquina ni se pueden implementar con la frecuencia que requieren las marcas para mantenerse un paso adelante.
Sin embargo los diferenciales, entendidos como un argumento que lo aleje de los demás, no tienen que estar en el funcionamiento del mismo del producto. Cuando los competidores se nivelan en calidad y tienen un desempeño similar, son los aspectos colaterales los que entran en juego, como en este caso el material del cual está hecho.
En otras palabras, se aleja de argumentar la calidad de la afeitada para enfocarse en la responsabilidad ambiental y el green marketing. El que el mango sea de plástico reciclado no hace que afeite mejor, pero refuerza una actitud social (algo tanto o más importante para ciertos clientes).
Cuando todos dicen que afeitan bien, comunicar que además protege el medio ambiente es un discurso diferencial. Esto le permite ser la única alternativa con ese mensaje y atraer a los consumidores a los que le importe el tema ecológico.
El mango y el empaque de la Schick Xtreme Eco es fabricado con plástico reciclado, dándole algo de qué hablar. De eso se trata el marketing, tomar un beneficio y comunicarlo efectivamente para diferenciarse de la competencia y lograr la preferencia de los consumidores.
Este es el video del producto (si no le aparece, véalo en YouTube)